viernes, 4 de octubre de 2019

Cíñete con orgullo la corona de la princesa que eres para Dios


Al rey le gustó Ester más que todas las demás mujeres, y ella se ganó su aprobación y simpatía más que todas las otras vírgenes. Así que él le ciñó la corona real y la proclamó reina en lugar de Vasti. 
Ester 2:17. NVI.

Lectura: Ester 2:1-18.  Versículo del día: Ester 2:17.

MEDITACIÓN DIARIA

Ester fue otra mujer que jugó un papel importante para liberar a los de su pueblo.  Una judía llamada Jadassá conocida también como Ester (seguramente era su nombre en Persa), había quedado huérfana de padre y madre y su primo Mardoqueo la adoptó como su hija. Ester era muy bella y cuando fue llevada ante el rey, lo cautivó con su belleza y simpatía ganándose la aprobación del rey Asuero y fue proclamada reina en reemplazo de Vasti. Ester obedeció lo que su primo Mardoqueo le ordenó en cuanto a no decir nada de su nacionalidad judía (vv. 1-18). Vasti había sido despojada de su corona porque no quiso presentarse al banquete que el rey ofrecía a todos sus funcionarios y servidores (Ester 1:12).
Hago esta pequeña introducción del Libro de Ester en mi devocional de hoy para hacer ver a las mujeres que la belleza, simpatía y dulzura en una mujer no interfieren con el cristianismo. Muchas mujeres especialmente de nuestros países latinos tienen la creencia de que entre más simples y desarregladas se encuentren, más agradan a Dios y así no es. En Colombia por ejemplo se tenía la visión de la mujer evangélica desgreñada con cabello largo y vestida siempre con falda. En mis primeros años de vida cristiana conocí una mujer muy del Señor pero que sutilmente cuando yo iba con vestido me insinuaba que esa era la manera correcta. Gracias a Dios en el ámbito propiamente cristiano, la mujer se viste elegante, pero con decoro. La mujer fue creada para ser la ayuda idónea del hombre y si el Señor la ha dotado de belleza y virtudes, tiene que darlas a conocer primero que todo a su esposo y sin olvidar que somos seres sociales y por lo tanto debemos presentarnos de la mejor manera. Conozco mujeres que influenciaron con su testimonio a hombres importantes y los llevaron a los pies del Señor porque demostraron su elegancia y feminidad unidas a su simpatía y belleza.  
Mujeres, nunca descuiden su arreglo personal. Es muy importante no solamente para subir la autoestima sino para agradar al hombre que aman. Por algo Dios nos creó diferentes. Dios ordena a los esposos tratar a las esposas como a vasos frágiles (1 Pedro 3:7). Si somos vasos frágiles, para mí, eso encierra ternura, delicadeza, elegancia y buenas maneras. Mujer: Permite ceñirte la corona como princesa que eres del reino de Dios, con la gracia con la cual Él mismo te creó.

Amado Dios: gracias por diseñar a la mujer con virtudes especiales que la hacen acreedora de ceñir la corona que Tú nos das como princesas de tu reino. Utiliza todos los atributos que nos has dado como mujeres virtuosas para llevar a los sin rumbo a tu camino. ¡Gracias bendito Señor!

Un abrazo y bendiciones.

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