También por medio de él, y mediante la fe, tenemos acceso a esta gracia en la cual nos mantenemos firmes. Así que nos regocijamos en la esperanza de alcanzar la gloria de Dios.
Romanos 5:2. NVI.
Lectura: Romanos 5:1-11. Versículo del día: Romanos 5:2.
MEDITACIÓN DIARIA
No solamente somos justificados por la fe en
Jesucristo, sino que además de eso tenemos paz con Dios. Bien quiere decir, que
las deudas con nuestro Padre Celestial han quedado saldadas. Cristo nos ha
facilitado por medio de esta fe, acceso a la gracia en la que estamos
firmemente instalados perdonando todos nuestros pecados; y nos sentimos
orgullosos y con regocijo abrigando la esperanza de participar en la gloria de
Dios. Esto debe ser el motivador de nuestra vida: saber que un día
compartiremos con nuestro bendito Señor y Salvador toda su grandeza. Bien lo
dijo Pablo en Romanos 8:38, porque ni la muerte podrá separarnos de su amor
infinito. “¿Dónde está, oh muerte, tu victoria? ¿Dónde está, oh muerte, tu
aguijón?” (1 Corintios 15:55). ¡Somos más que victoriosos en el Señor
Jesucristo!
Así que como dice más adelante la lectura: “Y no solo
en esto, sino también en nuestros sufrimientos, porque sabemos que el
sufrimiento produce perseverancia; la perseverancia, entereza de carácter; la
entereza de carácter, esperanza. Y esta esperanza no nos defrauda, porque Dios
ha derramado su amor en nuestro corazón por el Espíritu Santo que nos ha dado”
(vv. 3-5). Todo sufrimiento nos lleva a perseverar en la bendita esperanza.
Esperanza que no es una ilusión. De eso estamos seguros; es real.
Gracias buen Señor Jesús porque el confiar en Ti no
solamente nos llenas de paz, sino también nos permite disfrutar la gracia y la
esperanza de la gloria futura. Gracias porque tu amor venció a la muerte y
ahora podemos cantar victoriosos. ¡No importa lo que venga Señor! Sabemos en quién hemos creído y tu Santo
Espíritu nos inunda con su amor. ¡Estamos tan agradecidos Señor! ¡La gloria es
para Ti!
Un abrazo y bendiciones.
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