¡Cuán bueno y cuán agradable es que los hermanos convivan en armonía!
Salmo 133:1. NVI.
Lectura: Salmo 133:1-3. Versículo del día: Salmo 133:1.
MEDITACIÓN DIARIA
Dice más adelante que: “Es como el buen aceite que,
desde la cabeza, va descendiendo por la barba, por la barba de Aarón, hasta el
borde de sus vestiduras” (v. 2). Y es que el aceite representa al Espíritu
Santo y su fruto es: Amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe,
mansedumbre, templanza (Gálatas 5:22-23 VRV). Todo esto se da cuando estamos
reunidos. Definitivamente la comunión con los hermanos es importantísima porque
nos hace crecer no solamente espiritual sino fraternalmente y esos lazos son perdurables.
Muy importante que las iglesias programen reuniones de
tipo social y recreativo para que el amor fraternal crezca. La hermandad nos
hace partícipes tanto de las alegrías como de las penas de los hermanos y eso
nos ayuda a alimentarnos espiritualmente. Se cierra el Salmo con lo siguiente: “Donde
se da esta armonía, el Señor concede bendición y vida eterna” (v. 3b). Si
queremos bendiciones, aprendamos a convivir en unidad.
Amado Señor: Muchas gracias por enseñarnos a vivir en
hermandad. Oramos por cada miembro de nuestra Iglesia para que cada día seamos
más sensibles al dolor ajeno y a la vez, regocijarnos por los éxitos y triunfos
de ellos como si fueran nuestros. Señor que en cada reunión nuestros corazones
estén encausados en dar de lo que tenemos sin esperar nada a cambio, al igual que
lo hiciste Tú. Gracias por la armonía que Tú deseas de tus hijos Señor.
Un abrazo y bendiciones.
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