Nuestra ayuda está en el nombre del Señor, creador del cielo y de la tierra.
Salmo 124:8. NVI.
Lectura: Salmo 124:1-8. Versículo del día: Salm124:8.
MEDITACIÓN DIARIA
Definitivamente el Señor es nuestro aliado en
cualquier situación que se nos presente. Si es en la soledad, Él es nuestro
acompañante; si es en desiertos áridos, es nuestra agua de vida; si son valles
oscuros, es nuestro guardador; si es en las caídas financieras, nuestro Señor
es el financiero; lo mismo sucede cuando estamos envueltos en problemas legales
porque se convierte en el mejor de los abogados. ¿Y qué no decir en la
enfermedad? Definitivamente el Señor es el mejor médico que tenemos disponible
en nuestro lecho. Aparte de todo eso, cuando nos ve tristes, cansados,
agobiados no duda en tendernos sus brazos amorosos para reconfortarnos y
volvernos a levantar.
Puedo decir sin derecho a equivocarme, que todos esos
beneficios he encontrado en mi Señor y Salvador. Por eso te invito a que no lo
dejes pasar inadvertido de tu vida. Él quiere ser el mejor de tus amigos.
Escúchale y conócele. Jesús dice: “Mira que estoy a la puerta y llamo. Si
alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré, y cenaré con él, y él conmigo” (Apocalipsis
3:20). ¡Ábrele la puerta! No te arrepentirás. Oremos:
Amado Señor Jesús: te abro la puerta de mi vida te
invito para que vengas a morar conmigo. Te acepto como mi Señor y Salvador. Toma
el control de todos mis asuntos y hazme la persona que deseas que yo sea.
Gracias por perdonarme y limpiarme y hacer de mí una nueva creatura. Amén.
Un abrazo y bendiciones.
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