miércoles, 8 de mayo de 2019

¡Glorifícate en nuestros hogares!


Si el Señor no edifica la casa, en vano se esfuerzan los albañiles. Si el Señor no cuida la ciudad, en vano hacen guardia los vigilantes. 
Salmo 127:1. NVI.

Lectura; Salmo 127:1-5.  Versículo del día: Salmo 127:1.

MEDITACIÓN DIARIA

Una casa sin el Señor es una casa vacía. Podemos entrar a un suntuoso palacio, pero indiscutiblemente cuando no tiene el sello de Dios, se siente frío y lúgubre así tenga las riquezas que tenga. En cambio, hay ranchos muy sencillos, pero con el toque del Señor son acogedores y al entrar en ellos se siente un aire de satisfacción y tranquilidad. Es la presencia del Él rondando en todos los rincones.
El Señor instruye a sus seguidores haciéndoles ver que si lo llaman Señor hay que oír sus palabras y ponerlas en práctica. “Es como una persona que, para construir una casa, cava hondo y echa los cimientos sobre roca sólida. Cuando suben las aguas de la inundación y golpean contra esa casa, esta queda intacta porque está bien construida” (Lucas 6:48 NTV). Estos son los que ponen por cimiento a Cristo; Él es el Fundamento (1 Corintios 3:11) y a la vez la Roca viva despreciada por los hombres (1 Pedro 2:4). Pueden venir vientos o inundaciones y su casa no caerá porque está bien construida. Así que pregúntate: ¿ha sido Jesús el Amo de tu casa? Recuerda que el señorío le pertenece. ¿Permites que otros de tu casa sigan construyendo sobre esas bases? Piensa en tu cónyuge e hijos. ¿Adornas tu casa con la oración y la Palabra? Considero que con sólo estas preguntas ya entenderás si el Señor es el constructor de tu casa.

Señor Jesucristo: Te entregamos no solo nuestras vidas sino también nuestros hogares con todos los que habitan bajo ese techo. Deseamos que sean lugares de paz, de regocijo y de amor. Que allí siempre se respire el aroma Tuyo y podamos esparcirlo a todos los que nos visiten. Gracias por permitirnos conocerte y tenerte como nuestro Señor y Salvador. Nuestras casas te pertenecen. ¡Glorifícate en ellas! ¡Bendito Eres por siempre!

Un abrazo y bendiciones.

No hay comentarios: