viernes, 10 de mayo de 2019

El Señor murió por todos sin discriminación


Señor, no te tomes tanta molestia, pues no merezco que entres bajo mi techo. Por eso ni siquiera me atreví a presentarme ante ti. Pero, con una sola palabra que digas, quedará sano mi siervo. 
Lucas 7:6-7. NVI.

Lectura: Lucas 7:1-10.  Versículos del día: Lucas 7:6-7.

MEDITACIÓN DIARIA

El Señor nos dejó una gran lección al no solamente llegar a los de su pueblo sino también a los gentiles como en este caso, que sanó al siervo del centurión y estas palabras fueron de él. Admirado Jesús por lo que dijo, comentó a la multitud: “Les digo que ni siquiera en Israel he encontrado una fe tan grande” (v. 9).
Considero que nos enseña con esta actitud que no podemos menospreciar a nadie porque sea de otra raza, religión, cultura o nación. Igualmente, tampoco porque nos creamos muy buenos y entonces no miramos a los que están caídos y atrapados en las redes del maligno. De ninguna manera podemos discriminar. El Señor Jesús vino a dar su vida por todo ser humano no solamente por unos pocos. Así que pongamos atención a la Palabra de Dios y actuemos como el Señor nos dio ejemplo.

Amado Señor Jesús: gracias por mostrarnos la necesidad que tiene toda persona de conocerte como Señor y Salvador. Te rogamos que nos des la entereza para ir y hablar de Ti, sin excluir a nadie de lo que significa la salvación. Gracias bendito Señor.

Un abrazo y bendiciones.

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