martes, 11 de diciembre de 2018

Un amor de Padre inigualable

El Señor es clemente y compasivo, lento para la ira y grande en amor. 
Salmo 103:8. NVI.

Lectura: Salmo 103:1-22.  Versículo del día: Salmo 103:8.

MEDITACIÓN DIARIA

Creo que no nos alcanzamos a imaginar hasta dónde llega el amor del Señor por nosotros. Dice aquí mismo en este Salmo que es tan compasivo como lo es un padre con sus hijos (v. 13). Él conoce nuestra condición; sabe que somos de barro. Un amor que va incluso, más allá de lo que nosotros damos como padres. ¿Cuántas veces no nos equivocamos en esta tarea que no es para nada fácil? Muchas veces nos queda difícil conocer la condición de nuestros hijitos y los juzgamos e interpelamos duramente. Pero, Dios nuestro Padre, no actúa así. Él: “No sostiene para siempre su querella ni guarda rencor eternamente. No nos trata conforme a nuestros pecados ni nos paga según nuestras maldades. Tan grande es su amor por los que le temen como alto es el cielo sobre la tierra. Tan lejos de nosotros echó nuestras transgresiones como lejos del oriente está el occidente” (vv. 9-12).
Ojalá, algo de este amor podamos aprender, para ser padres más misericordiosos y bondadosos con los nuestros. Tu amor de Padre es inigualable.

Papito Dios: gracias por ese amor inigualable que siempre estás atento a ofrecernos. Gracias porque tu compasión y ternura van más allá de lo imaginable. Queremos ser imitadores tuyos en el trato con nuestros hijos. Permite que aprendamos la lección y lleguemos en algo a ser como Tú. Gracias, muchas gracias buen Dios por tanto amor derramado.

Un abrazo y bendiciones.

No hay comentarios: