jueves, 20 de diciembre de 2018

Reconociendo la Majestad de Dios

Mi alma glorifica al Señor, y mi espíritu se regocija en Dios mi Salvador, porque se ha dignado fijarse en su humilde sierva. Desde ahora me llamarán dichosa todas las generaciones, porque el Poderoso ha hecho grandes cosas por mí. ¡Santo es su nombre! 
Lucas 1:46-49.

Lectura: Lucas 1:39-56.  Versículos del día: Lucas 1:46-49.

MEDITACIÓN DIARIA

María fue la primera persona que recibió a Jesús en su vida; pues ella dijo: “Aquí tienes a la sierva del Señor. Que él haga conmigo como me has dicho” (Lucas 1:38). Entendió perfectamente que Dios era su amo y ella su sierva. En ningún momento se enalteció por la noticia y en su Cántico glorifica a Dios y se regocija en su Salvador. Por más de sentirse alabada por su parienta Elisabet (v. 42), en ningún momento se creyó mejor o más buena que algún otro. Al respecto, veamos lo que el mismo Señor Jesús le respondió a una mujer que exclamó: “—¡Dichosa la mujer que te dio a luz y te amamantó! —Dichosos más bien —contestó Jesús— los que oyen la palabra de Dios y la obedecen” (Lucas 11:27-28). Dichoso en griego es ‘makarios’; o sea bendito, feliz, bienaventurado.
María siendo una mujer humilde, jamás se jactó de su condición. Infortunadamente han sido los dogmas impuestos, los que han desviado la atención hacia Jesús y la han puesto sobre María. La Biblia es muy clara al expresar sobre Jesús: “De hecho, en ningún otro hay salvación, porque no hay bajo el cielo otro nombre dado a los hombres mediante el cual podamos ser salvos” (Hechos 4:12). ¿Deseas que te llamen dichoso(a); bienaventurado(a) o bendito(a)? Escucha la Palabra de Dios y obedécela.

Amado Dios, Enséñanos a honrarte y adorarte como lo mereces recordando siempre que eres nuestro Padre Celestial. Nos has amado tanto que no te importó mandarnos a tu Hijo Jesús a pagar por todos nuestros pecados. Permite Señor que aprendamos a escuchar tu Palabra y a hacer tu voluntad; a ser humildes y a alabarte con cantos e himnos espirituales por tantos favores recibidos. ¡Toda la gloria y honor son para Ti! ¡Eres Digno de recibirla por siempre y para siempre!  

Un abrazo y bendiciones.

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