Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu
alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas. El segundo es: Ama a tu
prójimo como a ti mismo. No hay otro mandamiento más importante que estos.
Marcos 12:30-31. NVI.
Lectura: Marcos 12:28-44. Versículos del día: Marcos 12:30-31.
MEDITACIÓN DIARIA
Los maestros de la ley le preguntan al Señor: ¿cuál es
el mandamiento más importante? Y el Señor sabiamente les responde. Amar a Dios
por encima de todo y al prójimo como a nosotros mismos. Considero que el
problema para no hacerlo radica en que ni siquiera nos amamos a nosotros mismos.
Nos cuesta aceptarnos como somos, como Dios nos ha creado y encima cuando
caemos nos dejamos convencer del enemigo de ser pecadores. De este modo, ni
amamos a Dios ni amamos al prójimo. Bien dice la Palabra que si no amamos al
prójimo que vemos, mucho menos lo haremos con nuestro Dios a quien no vemos (1
Juan 4:20).
Tenemos la concepción que primero debemos ser ‘buenos’
para que el Señor nos acepte. Dios no juega así: si lo amamos, es porque Él nos
amó primero. En su amor y misericordia nos buscó y si miramos hacia atrás,
siempre nos ha guardado de situaciones difíciles. Así que Dios nos quiere tal
como somos; precisamente el Señor se glorifica en nuestras debilidades.
Teniendo en cuenta lo anterior, aprendamos a aceptarnos tal cual somos. Será el
primer paso para aprender a amar a Dios. Entreguémosle nuestra vida a Jesús y démosle
gracias por nuestros defectos sean físicos, emocionales o espirituales. Él
terminará la buena obra empezada en cada uno.
Señor Jesús: Te entregamos nuestras vidas seguros de
que estarán en las mejores manos. Gracias por aceptarnos como somos. Perdona nuestros
pecados y haznos de acuerdo a tu propósito y termina la obra empezada según tu santa
voluntad. ¡Alabamos y bendecimos tu Nombre!
Un abrazo y bendiciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario