viernes, 14 de diciembre de 2018

Dios: soberano sobre toda su creación


Ese día en que el Señor entregó a los amorreos en manos de los israelitas, Josué le dijo al Señor en presencia de todo el pueblo: Sol, detente en Gabaón, luna, párate sobre Ayalón. 
Josué 10:12. NVI.

Lectura: Josué 10:1-15.  Versículo del día: Josué 10:12.

MEDITACIÓN DIARIA

Esta fue la oración de Josué cuando estaban peleando en Gabaón contra los reyes amorreos. Dios le permitió a Josué tener más luz del día, para poder terminar la batalla: “El sol se detuvo y la luna se paró, hasta que Israel se vengó de sus adversarios.  Esto está escrito en el libro de Jaser. Y, en efecto, el sol se detuvo en el cenit y no se movió de allí por casi un día entero.” (v. 13).
Se dice que hubo un ‘día perdido’ y que según historia, científicos de la NASA descubrieron que un día se perdió en el tiempo. Lo asombroso del asunto es que los científicos revisando se dieron cuenta que el tiempo perdido era de 23 horas 20 minutos. De todas maneras, faltaban 40 minutos que fueron descubiertos también a través de la Biblia cuando el Rey Ezequías se enfermó y fue visitado por el profeta Isaías en su lecho de muerte, quien le dijo que no moriría. Y al pedirle el rey una confirmación de sus palabras, Isaías le dice que si quiere que la sombra del sol se retrase diez gradas o quiere que se adelante diez. Ezequías le pide que se retrase (2 Reyes 8-11). Lo admirable es que las diez gradas de retraso corresponden a los 40 minutos faltantes para completar el día. ¡Gloria y honor al admirable Dios Creador!
El Creador tiene bajo control a su universo creado. Tú eres parte de su creación y desea tener el control de tu vida, pero tu ego es tan grande que es difícil desbancarlo para que sea Jesús gobernándola toda. Digo que es difícil porque no es fácil dar el brazo a torcer y eso precisamente es lo que Dios quiere de ti, al oír la historia del ‘día perdido’. Así que si deseas creerle a Dios podemos orarle a Jesús para que sea Él quien se siente en el trono y empieces a llevar una vida de gracia. Te invito a orar así:

Amado Jesús: He comprendido que tienes poder sobre todo lo creado y yo hago parte de esa creación.  Hoy decido entregarte el trono de mi vida para que empieces a gobernarla y seas Tú mi Señor y Salvador personal. Perdona mis pecados y hazme la persona que deseas que yo sea. Gracias por hacerlo Señor y por la nueva vida que me das para vivir. Amén.

Un abrazo y bendiciones.

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