Quiero triunfar en el camino de perfección: ¿cuándo me visitarás? Quiero conducirme en mi propia casa con integridad de corazón.
Salmo 101:2.
Lectura: Salmo 101:1-8. Versículo del día: Salmo 101:2.
MEDITACIÓN DIARIA
Mi esposo siempre ha tenido una frase a flor de piel: ‘Las
cosas se hacen bien o no se hacen’; y esto se lo fue inculcando a mis hijos desde
pequeños, quienes lo aprendieron y ahora lo practican. De verdad que es
gratificante como padres ver que ellos quieren hacer lo mejor. Entonces, si
esto es así aquí en la tierra, ¿cómo no será para Dios? A Dios debemos
ofrecerle lo excelente y dentro de ese excelente se encuentra todo lo que
emprendamos, desde lo más sencillo hasta lo más complejo, pero siempre
queriendo dar lo máximo. Esto es buscar el camino de la perfección. Es llevar
una vida con integridad de corazón.
Me aterra pensar que lo que menos se encuentra en el
común de la gente es la responsabilidad. Es triste ver que personas que se dicen
cristianas muchas veces, son las que le restan interés y dedicación a su
trabajo. Si hacemos todo para honrar al Señor, entonces, lo que hagamos debe
llevar el sello de ‘íntegridad’. Así que, si nos costaba llegar o salir a la
hora reglamentada en un trabajo, o hacer a conciencia la tarea encomendada, es tiempo
ya de cambiar y empezar a glorificar a Dios con estos pequeños detalles que en
últimas son los que nos van a ir creciendo en el desarrollo cristiano. “Las
acciones de gente desleal las aborrezco; no tendrán nada que ver conmigo” (v.
3). Esto es muy cierto. Es hora de cambiar nuestra
actitud; empecemos.
Amado Señor: gracias por enseñarnos a ser personas
íntegras capaces de servir a una sociedad en decadencia y donde los valores se
han perdido. Queremos ser testimonio en todos los campos en que nos
desempeñemos. Gracias bendito Dios por tu obra en cada uno de nosotros.
Un abrazo y bendiciones.
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