Confío en Dios y alabo su palabra; confío en el Señor y alabo su palabra; confío en Dios y no siento miedo. ¿Qué puede hacerme un simple mortal?
Salmo 56:10-11. NVI.
Lectura: Salmo 56:1-13. Versículos del día: Salmo 56:10-11.
MEDITACIÓN DIARIA
Una amiga me hizo recordar una canción de antes que decía:
‘A veces llegan cartas con sabor amargo, con sabor a lágrimas’; aunque su caso
no era de amor, sé bien que le hizo bastante daño porque venía de seres muy
queridos por ella. Yo opino lo siguiente: hay situaciones en las que el enemigo
trata de robarnos la paz y de la manera menos esperada, por eso dice hoy el
Salmo: “son muchos los arrogantes que me atacan” (v. 2). Pero gracias a Dios lo
tenemos a Él y los ataques pueden quedar de lado porque: “¿Qué puede hacerme un
simple mortal?” El Señor siempre va adelante abriendo caminos y quitando toda
piedra que nos haga tropezar.
Creo que lo más adecuado en estos casos es recurrir a
la Palabra de Dios y responder de acuerdo a su Ella. “Respóndele al necio como
se merece, para que no se tenga por sabio” (Proverbios 26:5), y entender que,
aunque las palabras duelan, son eso: vanas palabras que se las lleva el viento.
Recuerdo también un refrán que dice: ‘A palabras necias oídos sordos’. Así es.
El Señor es quién pesa los corazones y ve que hay en cada uno de ellos.
Amado Señor: dejamos este día en tus manos con todos
sus altibajos para que seas Tú mismo a través de tu Santo Espíritu escudriñando
corazones y sacando lo que no sirve. Gracias por tu Palabra que es verdad y es
la que nos alimenta día a día. Oramos por las personas que ven lo negativo de
su prójimo, pero no tienen en cuenta sus propios errores porque quizá son
débiles en la fe. Permite que ellos también crezcan en sabiduría y actúen con la
madurez espiritual que Tú deseas. ¡Te alabamos Señor y honramos tu Nombre!
Un abrazo y bendiciones.
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