El Señor, el Señor, Dios clemente y compasivo, lento para la ira y grande en amor y fidelidad, que mantiene su amor hasta mil generaciones después, y que perdona la iniquidad, la rebelión y el pecado; pero que no deja sin castigo al culpable, sino que castiga la maldad de los padres en los hijos y en los nietos, hasta la tercera y la cuarta generación.
Éxodo 34:6-7.
Lectura: Éxodo 34:1-14. Versículos del día: Éxodo 34:6-7.
MEDITACIÓN DIARIA
Este es nuestro Dios: amoroso, bondadoso,
misericordioso y justo. Miremos: “lento para la ira y grande en amor y
fidelidad, que mantiene su amor hasta mil generaciones después”. El Señor
aguanta y aguanta el pecado al igual que lo hizo con su pueblo Israel; dice que
mantiene su amor hasta mil generaciones después. “pero que no deja sin castigo
al culpable, sino que castiga la maldad de los padres en los hijos y en los
nietos, hasta la tercera y la cuarta generación”. Comparemos: su amor se
mantiene por mil generaciones y su castigo por cuatro generaciones. Su
misericordia es muy grande. Dios es Santo y Justo y por su misma santidad no va
con el pecado; lo perdona pero no lo soporta. Así que si creemos que Él no hace
nada con los asesinos, violadores, ladrones o secuestradores estamos
equivocados. No los va a dejar sin su merecido castigo. Lo triste es que si no
hay arrepentimiento, las consecuencias llegarán hasta las generaciones
venideras.
Conociendo su amor y misericordia inigualables es
fácil caer rendidos a sus pies. Dios te hace un llamado hoy para que vuelvas
los ojos hacia Él y decidas en tu corazón que lo adoras únicamente a Él,
“porque el Señor es muy celoso. Su nombre es Dios celoso” (v. 14). Dios Padre
no escatimó ni a su propio Hijo con tal de que llevara sobre sus espaldas todo
el peso del pecado de la humanidad y ahí estabas incluido tú. Puedes recibir el
perdón de pecados a través de Jesús quien vino a pagar por ti.
Amado Dios: Muchas gracias por tu infinito amor hacia
el mundo pecador y por ese mismo amor has mandado a tu Hijo a pagar por todas
las transgresiones del hombre pecador. Gracias porque tu fidelidad es
inmensamente grande y podemos recibir el perdón de pecados por medio de
Jesucristo Nuestro Señor. ¡Te adoramos Dios Padre! ¡Te adoramos Dios Hijo! Gracias
por tanto amor derramado y por tu clemencia y compasión.
Un abrazo y bendiciones.
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