martes, 24 de julio de 2018

El hogar construído por Dios


Con sabiduría se construye la casa; con inteligencia se echan los cimientos. Con buen juicio se llenan sus cuartos de bellos y extraordinarios tesoros. 
Proverbios 24:3-4. NVI.

Lectura: Proverbios 24:1-9.  Versículos del día: Proverbios 24:3-4.

MEDITACIÓN DIARIA

Muchas veces he leído e incluso hecho el devocional sobre estos versículos, pero hoy el Espíritu Santo me los muestra de una manera diferente y les quiero compartir esta nueva visión: mientras que la mujer sabia (esposa), es la que edifica, construye o levanta una casa u hogar, al hombre (esposo), le corresponde echar los cimientos para que sus habitaciones se vean adornadas con bellos y extraordinarios tesoros (hijos).  Así como la cimentación en una edificación es transmitir sus cargas o elementos apoyados en ella al suelo, lo es igual el esposo estableciendo los principios y bases ayudado en la estructura que su esposa ha levantado para que se consolide el hogar. Y ¿cómo no se van a llenar sus cuartos de riqueza valiosa con esta magnífica obra? Indudablemente que sí.
Oremos para que estas sean nuestras casas o las de nuestros hijos. Para que Dios nos de la suficiente sabiduría como mujeres y a los hombres la misión de transmitir a sus hijos los principios cristianos que les sirvan de base para el buen funcionamiento y armonía dentro del seno hogareño. Oremos por unos hijos que sean el adorno especial en esos hogares. Pero esposos, recuerden que son los sacerdotes de su casa; la responsabilidad mayor recae en ustedes: “Lo que ganes con tus manos, eso comerás; gozarás de dicha y prosperidad. En el seno de tu hogar, tu esposa será como vid llena de uvas; alrededor de tu mesa, tus hijos serán como vástagos de olivo” (Salmo 128:2-3).

Amado Señor: te entregamos nuestros hogares. Haznos mujeres ejemplares que sabiamente construyamos y no destruyamos. Enseña a los caballeros a ser cabeza de hogar y que tomen su misión como los sacerdotes que deben ser. Oramos por los hijos para que ellos sean el orgullo de sus padres comportándose tal y como lo enseña tu Palabra. Señor, haz que nuestros hogares sean fuente de bendición para todos aquellos que nos visitan o nos toman de referencia. Deseamos que la luz tuya ilumine y llene de esplendor nuestras casas. ¡Gracias buen Dios!

Un abrazo y bendiciones.

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