Reúnanme a los consagrados, a los que pactaron conmigo mediante un sacrificio.
Salmo 40:5. NVI.
Salmo 40:1-20. Versículo del día: Salmo 40:
MEDITACIÓN
DIARIA
El Devocional
de ayer decía que nosotros somos su pueblo escogido, su nación nueva que puede
tener acceso directo al Padre por medio del Hijo y todos los que se acercan a
Jesucristo son los consagrados, los escogidos para Él. Para ser consagrado hay que aceptar el Nuevo
Pacto del sacrificio del Señor Jesucristo en la cruz del Calvario. Así que, si ya
Jesús es el Señor y Salvador de tu vida, vas a estar entre los reunidos en la
Patria Celestial.
Dios no nos
pide nada que no podamos hacer, ni acepta sacrificios humanos. No necesita nada
porque es el dueño de todo cuanto existe (). El regalo más grande de Él fue
haber dado a su único Hijo para salvación de la humanidad. Ahora no nos queda
más que ser agradecidos con Él y ese sí es el sacrificio que nos pide: “Ofrece
a Dios tu gratitud” (v. 14). ¡Cómo no estar agradecidos después de una
salvación tan grande! “Quien me ofrece su gratitud, me honra; al que enmiende
su conducta le mostraré mi salvación”. (v. 20)
Mi llamado
es para que, si todavía no has aceptado ese regalo, lo hagas hoy mismo. Mañana
puede ser tarde. Te invito a orar así:
Señor
Jesús: Acepto en mi vida el sacrificio tuyo en la cruz por mis pecados. Deseo
que seas mi Señor y Salvador personal. Gracias por perdonarme y permitirme
estar reunido con losconsagrados en tu reino. ¡Te alabo bendito Señor!
Un abrazo y
bendiciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario