sábado, 2 de junio de 2018

La importancia de llos niños para el Señor


―Les aseguro que a menos que ustedes cambien y se vuelvan como niños, no entrarán en el reino de los cielos.
Mateo 18:3.

Lectura: Mateo 18:1-9.  Versículo del día: Mateo 18:3.

MEDITACIÓN DIARIA

Esto les contestó el Señor a sus discípulos cuando le preguntaron quién era el más importante en el reino de los cielos. No solamente da el ejemplo con los niños, sino que a la vez advierte que quien haga pecar a algún pequeño, más le valdría que le ataran al cuello una piedra enorme y lo hundieran en el fondo del mar (v. 6). Con esto personalmente creo que el castigo para ellos será horrendo. Todos los violadores y abusadores de los niños no saben lo que les espera porque bien dice además la Biblia que: “¡Terrible cosa es caer en manos del Dios vivo!” (Hebreos 10:31). El Señor prosigue su enseñanza y va más allá al afirmar: “¡Ay del mundo por las cosas que hacen pecar a la gente! Inevitable es que sucedan, pero ¡ay del que hace pecar a los demás!” (v. 7). Es tan fuerte ese ‘Ay’ que es preferible perder una mano, un pie o un ojo antes que por causa de ellos pecar e ir a parar al infierno (v. 8).
Como cristianos que decimos ser, nos corresponde dar testimonio con nuestra propia vida y me atrevería a decir que principalmente cuidando la lengua. ¡Dios mío! Estoy aterrada de las barbaridades que leo en las redes sociales respecto a la Dra. Viviane Morales por haberse retirado de la contienda electoral. ¡Terrible! Palabras que supuestamente vienen del pueblo cristiano. Y no solo con ella, con todos los aspirantes es igual. Pienso que, si bien somos libres de expresarnos, eso no da derecho para levantar el dedo acusador y juzgar a priori solo porque tal o cual, no es el candidato de nuestros afectos. Se nos olvida que con esa misma medida también seremos juzgados.
Cuidémonos de hacer caer especialmente a los niños y a los débiles en la fe; y aprendamos a pensar antes de hablar juzgando a los demás.

Amado Señor: Gracias por tener tan en alta estima a nuestros niños. Enséñanos a ser como ellos y no permitas que el pecado se ensañe con ellos. Oramos por todos los niños del mundo que en distintas partes son maltratados, vulnerados y violados. Te rogamos una protección especial para estos chiquillos y que los libres de las garras del maligno. Te agradecemos Señor por tu inmensa bondad. ¡Bendito Eres por siempre!

Un abrazo y bendiciones.

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