miércoles, 20 de junio de 2018

La verdadera humildad


Pero entre ustedes no debe ser así. Al contrario, el que quiera hacerse grande entre ustedes deberá ser su servidor. 
Mateo 20:26.

Lectura: Mateo 20:20-28.  Versículo del día: Mateo 20:26.

MEDITACIÓN DIARIA

¡Cuánto cuesta hacernos siervos de los demás! Es bien cierto que se puede tener el don de servicio, pero estar dispuestos a servir constantemente e incondicionalmente no es fácil. Sin embargo, todos decimos que queremos hacer la voluntad de Dios, que queremos ser como Él. Pero entonces, me pregunto: ¿solamente en lo que nos parece queremos ser iguales? Es que estamos tan acostumbrados a dar tan poquito, que no somos capaces de entregarlo todo. El Señor dice que si queremos ser sus discípulos debemos negarnos a sí mismo, tomar la cruz y seguirlo (Lucas 9:23). Y ahí está la clave ‘negarse a sí mismo’; para nada es cómodo.
A veces el mismo deseo de sobresalir, de no querer ser uno del montón, un don nadie, nos hace olvidarnos de la humildad y sin querer, diría yo, sale a relucir nuestro ego. Y si en el trono decimos que esté sentado el Señor Jesucristo, pues prácticamente lo hemos desbancado.
Reflexionemos sobre el tema: la humildad implica despojarnos de todo lo que nos puede llevar a creernos más, a la autosuficiencia, al amor del poder o del dinero, a la fama, a la vanagloria y prepotencia,

Amado Señor: Siendo honestos y meditando en tu Palabra, entendemos cuán difícil es en verdad practicar la humildad. Enséñanos buen Señor a servir como lo hiciste Tú: dándolo todo y sin pedir nada a cambio. ¡Bendito eres Dios y Señor nuestro!

Un abrazo y bendiciones-

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