viernes, 29 de junio de 2018


En los labios de los pequeños y de los niños de pecho has puesto la perfecta alabanza. 
Mateo 21:16. NVI.

Lectura: Mateo 21:12-17.  Versículo del día: Mateo 21:16.

MEDITACIÓN DIARIA

Qué lindo es saber esta verdad y más poderla comprobar en los pequeños. Es mucha dicha ver a mi nietecita de un poco más de dos añitos, cerrar sus ojitos para orar y escucharla decir: ‘Amén’. Los niños por su ingenuidad y por su sinceridad son ejemplo claro de cómo alabar al Señor. De ellos debemos aprender su espontaneidad, su dulzura y su ímpetu. Son tan auténticos que no se ponen a pensar en cómo lo hacen, si los miran, los critican o algo más; simplemente van a lo que van: si es a cantar, a cantar; si es a orar, a orar. ¡Cuánto debemos aprender de ellos! Con razón el Señor decía que debemos ser como niños si queremos entrar al reino de los cielos (Mateo 19:14). Los niños confían plenamente en sus padres. Si se bota a una piscina, lo hace tranquilamente porque sabe que su padre estará ahí para protegerlo. Él no cuestiona para hacer las cosas; y por su dependencia absoluta sabe que no puede vivir sin los suyos. Esto es lo que necesitamos, nosotros, los grandes: confianza y dependencia total del Señor.
Piensa y reflexiona sobre el modo como oras y alabas al Señor. ¿Lo haces por imitación o por seguir quizá las reglas de la tradición?, o ¿cuándo vas a tu aposento le entregas al Señor todo lo tuyo sin escatimar absolutamente nada y le adoras de tal manera que solamente es un encuentro entre tú y el Señor? Si ves que te falta seguridad, tranquilidad, sinceridad y espontaneidad para alabarle, díselo a Él.

Amado Señor: Queremos ser como niños para que brote de nuestros labios la perfecta alabanza que es la que te honra. También te rogamos Señor por nuestros pequeños; permite que nuestro ejemplo sirva de base para que ellos vayan aprendiendo lo que es amarte firmemente y sin tapujos. ¡Gracias bendito Señor!

Un abrazo y bendiciones.

No hay comentarios: