Pero lo que sale de la boca viene del corazón y contamina a la persona. Mateo 15:18.
Lectura: Mateo 15:1-20. Versículo del día: Mateo 15:18.
MEDITACIÓN DIARIA
En el devocional de ayer hablaba respecto a guardar el
corazón y por lo tanto no albergar en él, pecado alguno; y hoy, como reforzando
este tema el mismo Señor Jesús enseña que lo que sale de la boca viene del
corazón y contamina a la persona. Lo puede contaminar maquinando siempre el mal.
Si la gente piensa cosas malas como matar, adulterar, robar, insultar a otras
personas o mentir, a Dios no le va a agradar que gente así lo alabe. Pero
cualquiera puede alabar a Dios, aunque no se lave las manos. Esto lo dijo
porque los fariseos y los maestros de la ley criticaban el hecho de que sus
discípulos no cumplían con el rito de lavarse las manos antes de comer. Por
seguir reglas humanas y la tradición quebrantan el mandamiento de “honrar
a padre y madre”. También dice la Escritura que “el que maldiga a su padre o a su
madre será digno de muerte” (v. 4). Ellos enseñan a sus hijos que pueden no darles
a los padres, con la excusa de ya, haberlo dedicado al Señor.
“Así por causa de la tradición anulan ustedes la
palabra de Dios. ¡Hipócritas! Tenía razón Isaías cuando profetizó de ustedes: Este
pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí. En vano me
adoran; sus enseñanzas no son más que reglas humanas” (vv. 6-9). Tengamos
cuidado de no cambiar la Palabra de Dios por la tradición.
Amado Señor: nuevamente ponemos delante de Ti nuestro
corazón con el deseo sincero que lo hayas sanado totalmente. Te damos gracias
porque solo por Ti y por tu obra regeneradora a través de tu Santo Espíritu, podemos
poner en nuestros corazones las virtudes completas del fruto de Él. ¡Te
alabamos y adoramos bendito Rey y Señor!
Un abrazo y bendiciones.
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