viernes, 11 de mayo de 2018

Frenemos la lengua y actuémos correctamente


Vengan, hijos míos, y escúchenme, que voy a enseñarles el temor del Señor. 
Salmo 34:11. NVI.

Lectura: Salmo 34:8-16.  Versículo del día: Salmo 34:11.

MEDITACIÓN DIARIA

El temor del Señor está ligado con amar la vida y ser felices. Pero para que esto suceda hay una condición y es hacer exactamente lo que sigue en la lectura del día: “El que quiera amar la vida y gozar de días felices, que refrene su lengua de hablar el mal y sus labios de proferir engaños; que se aparte del mal y haga el bien; que busque la paz y la siga”. Salmo 34:12-14. NVI.
Precisamente hoy recibí un chat llamado ‘El reto de los 21 días”, propuesta dada a una comunidad, con el propósito de ayudar a eliminar todo rastro de queja o lamento y sus nocivas consecuencias para el individuo porque las quejas, críticas y juicios provocan enfermedad, pobreza y caos, señala el autor de la propuesta, y no está nada errado. Es completamente acorde con lo que nos dice Dios en su Palabra, porque: “En la lengua hay poder de vida y muerte; quienes la aman comerán de su fruto” (Proverbios 18:21). Así es; las consecuencias llegarán. Por otro lado, hay que hacer el bien siempre que podamos sin dejarnos llevar por rencillas, rabias o malos entendidos: “No nos cansemos de hacer el bien, porque a su debido tiempo cosecharemos si no nos damos por vencidos” (Gálatas 6:9). Quizá en el momento no nos demos cuenta, pero serán semillas que cosecharemos más tarde. Por último, nos dice el Señor que busquemos la paz y la sigamos. A veces no es agradable, pero: “Esfuércense por vivir en paz con todos” (Hebreos 12:14); hay que hacer el esfuerzo, hay que procurar alcanzarla porque esto redundará en beneficio nuestro. No es para nada fácil la tarea. Dice el chat enviado que para lograr el reto se ponían una manilla morada en la mano derecha y tendrían cuidado de no proferir queja alguna como tampoco críticas o juicios. Si llegaba a suceder esto, tendrían que ponerse la manilla en la mano contraria y volver a comenzar los 21 días. La mayoría de los participantes logró superar el reto, pero les tomó mínimo cinco meses, lo cual nos demuestra que somos muy dados no solamente a hablar más de lo debido sino a señalar y juzgar a priori sin tener en cuenta el daño que personalmente nos estamos haciendo.
Busquemos al Señor fuente de toda gracia y pidámosle que nos ayude a amar la vida gozando días felices dejando únicamente huellas de amor, perdón y reconciliación unos con otros.

Amado Señor: Gracias porque toda tu Palabra es verdad y toda fue inspirada por Ti para que sepamos cómo comportarnos y gozar Contigo de una vida abundante y plena como es tu deseo. Enséñanos por favor a ser sensibles a ella para vivir con alegría y a la vez dar testimonio de que te conocemos y amamos. ¡Gracias bendito Señor!

Un abrazo y bendiciones.


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