Moisés se volvió al Señor y le dijo: ―¡Ay, Señor! ¿Por qué tratas tan mal a este pueblo? ¿Para esto me enviaste?
Éxodo 5:22.
Lectura: Éxodo 5:1-6:13. Versículo del día: Éxodo 5:22.
MEDITACIÓN DIARIA
Moisés obedece a Dios y se presenta junto con su
hermano Aarón ante el faraón para pedirle que deje ir al pueblo de Israel para
rendirle culto a su Dios en el desierto. El rey de Egipto no les hizo caso y
por el contrario ordenó que los tratasen duramente en las labores que
realizaban a diario. “Los jefes de cuadrilla israelitas fueron entonces a
quejarse ante el faraón. Le dijeron: ―¿Por qué Su Majestad trata así a sus
siervos? ¡Ya ni paja recibimos! A pesar de eso, ¡se nos exige hacer ladrillos
y, como si fuera poco, se nos golpea! ¡La gente de Su Majestad no está actuando
bien!” (vv. 15-16). El faraón los trató de holgazanes y poca atención les puso.
Los jefes de cuadrilla hablaron con Moisés y Aarón
porque consideraron que por culpa de ellos estaban siendo más oprimidos. Al
escucharlos, Moisés se conmovió y le habla al Señor con corazón sincero y
también le dice: “Desde que me presenté ante el faraón y le hablé en tu nombre,
no ha hecho más que maltratar a este pueblo, que es tu pueblo. ¡Y tú no has
hecho nada para librarlo!” (v. 23). Dios le responde a Moisés y le dice que
vayan a hablarle a los israelitas porque Él es el mismo Dios que se le apareció
a Abraham, Isaac y Jacob; con ellos confirmó el pacto de darles la tierra de
Canaán y ahora que ha escuchado el gemir de los israelitas, se acordó de ellos
y por eso los va a sacar de la esclavitud a la que están sometidos por el rey
de Egipto (vv. 6:2-6).
Aprendamos que Dios está siempre atento a nuestros
sufrimientos así no lo creamos. Que Él es el más interesado en darnos completa
libertad. Él sabe cómo actuar. También entendamos que le gusta cuando le
hablamos sinceramente. Si estamos mal, tenemos que decírselo; el Señor lo sabe
todo; por qué decirle que estamos bien cuando en realidad es crítica nuestra
situación. A Dios no lo podemos engañar; Moisés le habló tal cual era la
situación.
Amado Señor: muchas gracias porque tenemos tu Palabra
para afianzarnos en la fe y saber que a pesar de las dificultades y aunque
creamos no verte, Tú no nos dejas; estás a nuestro lado guiándonos de la mejor
manera para alcanzar y entender la libertad Contigo. ¡Te alabamos Señor
Todopoderoso y Soberano!
Un abrazo y bendiciones.
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