Dichoso el que piensa en el débil; el Señor lo librará en el día de la desgracia.
Salmo 41:1.
Lectura: Salmo
41:1-9. Versículo del día: Salmo 41:1.
MEDITACIÓN DIARIA
La versión Reina Valera
dice: “Bienaventurado el que piensa en el pobre”. El pobre, el débil, el
necesitado; en fin, es lo mismo. Y lo que me impresiona del versículo es que
con solo pensar en el pobre ya se ha ganado una dicha sin igual. Esto forma
parte de “amar al prójimo como a nosotros mismos” y es el mandamiento más
importante después de amar al Señor nuestro Dios (Mateo 22:37-40). Creo que con
frecuencia pasamos por alto muchos pasajes de la Biblia o los vemos como lo
‘más normal’, pero no es así. Ayudar al pobre tiene un gran significado para
Dios: “Servir al pobre es hacerle un préstamo al Señor; Dios pagará esas buenas
acciones” (Proverbios 19:17). Imaginémonos ¡cuánto ganamos! Dios no se queda
con nada guardado y nos pagará intereses sobre intereses porque se complace con
esas obras.
Propongámonos ser más
generosos y caritativos con el menesteroso.
Cuando veamos a una persona en dificultad económica o ante una
catástrofe donde podamos servir, hagámoslo, no para que los demás nos vean sino
para que Dios se goce con nuestra actuación. De otro lado, siempre ofrezcamos
lo mejor; no lo que ya no nos sirve. Es un presente para el Señor, no para la
persona en sí. “Den, y se les dará: se les echará en el regazo una medida
llena, apretada, sacudida y desbordante. Porque con la medida que midan a
otros, se les medirá a ustedes” (Lucas 6:38).
Amado Señor: Enséñanos
a ser generosos y a mirarte a Ti cuando vemos a nuestro hermano desamparado y débil. Pon en nuestros corazones el amor tuyo
compasivo y misericordioso para brindarles no solamente alimento material sino
espiritual también. Para darles un abrazo y que ellos sientan que no están
solos. Que te vean a Ti a través de la mirada y cariño que les prodiguemos.
Gracias buen Dios por tu enseñanza. ¡Te amamos Señor!
Un abrazo y
bendiciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario