Por lo tanto, adviértele al pueblo que así dice el Señor Todopoderoso: Vuélvanse a mí, y yo me volveré a ustedes —afirma el Señor Todopoderoso—.
Zacarías 1:3.
Lectura: Zacarías
1:1-6. Versículo del día: Zacarías 1:3.
MEDITACIÓN DIARIA
Estas palabras del
Señor son para todos. Todo el que desee voltear los ojos hacia el
Señor, obtiene respuesta. Su misericordia es tan grande que siempre está al
tanto de cada persona para ver en qué momento ésta decide decirle: ‘sigue Señor’.
“Acérquense a Dios, y él se acercará a ustedes. ¡Pecadores, límpiense las
manos! ¡Ustedes los inconstantes, purifiquen su corazón! Reconozcan sus
miserias, lloren y laméntense. Que su risa se convierta en llanto, y su alegría
en tristeza. Humíllense delante del Señor, y él los exaltará” (Santiago
4:8-10). El deseo de Dios Padre es que todos los hombres sean salvos a través
de su Hijo Jesucristo: “pues él quiere que todos sean salvos y lleguen a
conocer la verdad. Porque hay un solo Dios y un solo mediador entre Dios y los
hombres, Jesucristo hombre, quien dio su vida como rescate por todos” (1
Timoteo 2:4-6).
Dios nos habla
claramente de acercarnos a Él; de pedirle perdón por nuestros pecados y dejar
que su bendita sangre nos limpie y lave completamente. El tiempo vuela y cada
día es más posible el regreso del Señor. Así que no dejemos que el tiempo pase
y pase sin tomar la determinación de entregarle al Señor nuestra vida. Mañana
puede ser ya tarde. Hay que buscarle mientras pueda ser hallado. Decídete hoy.
Te invito a dirigirte a Jesús así:
Señor Jesús: hoy decido
acercarme a Ti para entregarte mi vida total. Tómala Señor y hazme la persona
que quieres que yo sea. Te acepto como mi suficiente Señor y Salvador, y te doy
las gracias por perdonar todos mis pecados. Gracias Jesús por venir a morar
conmigo y darme la vida eterna a tu lado por siempre.
Un abrazo y
bendiciones.
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