martes, 1 de marzo de 2016

Prorrumpa mi boca en alabanzas al Señor




Se proclamará la memoria de tu inmensa bondad, y se cantará con júbilo tu victoria. 
Salmo 145:7.


Lectura: Salmo 145:1-21.  Versículo del día: Salmo 145:7.

MEDITACIÓN DIARIA

No dejemos de exaltar el Nombre de nuestro Dios. Él es el único que merece toda nuestra adoración, alabanza y gratitud. Es el mejor sacrificio que le podemos ofrecer: “Así que ofrezcamos continuamente a Dios, por medio de Jesucristo, un sacrificio de alabanza, es decir, el fruto de los labios que confiesan su nombre” (Hebreos 13:15). David, nos deja en los Salmos un ejemplo de alabanza y adoración. Este Salmo enaltece toda su grandeza y dice que “se cantará con júbilo tu victoria”. Para que llegue la victoria antes tuvo que existir guerra, penalidades, sufrimientos y penurias. David proclama ante todos su bondad que se manifiesta a todos los que le temen. Siendo así, muchos de sus Salmos nos hablan de enormes dificultades pero siempre termina alabando a su Dios. Se me ocurre que tal vez, este puede ser el sacrificio de alabanza que continuamente debe salir de nuestros labios, porque dice: “El Señor está cerca de quienes lo invocan, de quienes lo invocan en verdad. Cumple los deseos de quienes le temen; atiende a su clamor y los salva”. (vv. 18-19 en la lectura). Entonces, la alabanza se convierte en la mejor arma para atacar al enemigo. Por eso el Señor nos manda dar gracias en todo (Efesios 5:20 y 1 Tesalonicenses 5:18) sea bueno o malo, porque bien sabe Dios que si lo hacemos, estamos honrando su Nombre y Él actuará en nuestro favor.
“¡Prorrumpa mi boca en alabanzas al Señor! ¡Alabe todo el mundo su santo nombre, por siempre y para siempre!” (v. 21 en la lectura).

¡Sólo Tú eres digno de recibir toda nuestra adoración! ¡Nadie más ha hecho y sigue haciéndonos tanto bien! Siempre estás mirándonos con misericordia y compasión porque sabes lo débiles que somos. Tanto amor Señor nos quebranta y motiva para que el mundo sepa quién eres.  ¡Te adoramos bendito Dios y Señor nuestro!

Un abrazo y bendiciones.

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