Pero ahora que han sido liberados del pecado y se han puesto al servicio de Dios, cosechan la santidad que conduce a la vida eterna.Romanos 6:22.
Lectura: Romanos
6:15-23. Versículo del día: Romanos
6.22.
MEDITACIÓN DIARIA
Siempre para recoger la
cosecha, antes ha tocado abonar el terreno y sembrar la semilla. ¿Cuál semilla
estamos regando para recoger santidad? Considero que abonar el terreno es
primero que todo tener a Cristo en nuestras vidas. Si Cristo está en nosotros
tenemos la obligación de no vivir conforme a la naturaleza pecaminosa sino por
medio del Espíritu dar muerte a los
malos hábitos del cuerpo (Romanos 8:10-13). Es permitir que la nueva vida con
Cristo nos aparte completamente del pecado; es temer a Dios con reverencia y
obedecerle: esto es ser santos. En una palabra, es valorar la gracia de Dios;
es ser conscientes de que fuimos comprados con precio de sangre y por lo tanto,
si queremos agradar a Dios debemos caminar en santidad porque esta es su
voluntad.
Cuando comprendemos la
santidad de Dios, entendemos la necesidad de serlo también nosotros. “Más bien,
sean ustedes santos en todo lo que hagan, como también es santo quien los
llamó; pues está escrito: Sean santos, porque yo soy santo” (1 Pedro 1:15-16). Entonces,
hay que empezar a caminar guiados por el Espíritu Santo para recoger en ese
terreno, el fruto bueno que perdura y nos da vida.
Amado Señor: Tú nos
llamas a llevar una vida santa y no queremos defraudarte. Permite que día a día
tu Santo Espíritu nos guíe y llene con su presencia, para gozar de todo el
fruto que nos ofrece, e ir cosechando la santidad que te agrada y nos conduce a
la vida eterna. ¡Gracias buen Señor!
Un abrazo y
bendiciones.
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