Jesús se dirigió entonces a los judíos que habían creído en él, y les dijo: —Si se mantienen fieles a mis enseñanzas, serán realmente mis discípulos; y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres. Juan 8:31-32
Lectura: Juan 8:31-41. Versículos del día: Juan 8:31-32.
MEDITACIÓN DIARIA
Jesús les habla a los
judíos que habían creído en Él, enseñándoles que si se mantienen fieles serán
sus discípulos y conocerán la verdad y la verdad les dará libertad. Muchos
pensarán que dentro de la vida que llevan jamás han notado que estén cautivos.
Los judíos tampoco lo veían de ese modo y le refutaron a Jesús alegando que nunca
fueron esclavos de nadie. Es que ser esclavo no significa solamente estar
encadenado en una prisión. El pecado ata y fuertemente. Ellos no lo entendieron
pero el Señor les afirma lo siguiente: “Ahora bien, el esclavo no se queda para
siempre en la familia; pero el hijo sí se queda en ella para siempre. Así que
si el Hijo los libera, serán ustedes verdaderamente libres” (v. 35-36).
Nuevamente tengo que
insistirlo porque el Señor me lleva con su Santo Espíritu a escribir lo mismo
muy seguido; yo diría que es para que nos convenzamos de la necesidad que hay a
nuestro alrededor. Precisamente hay muchos encadenados; y lo peor: hay cadenas
que van pasando generación tras generación. Tenemos que dar a conocer al Hijo
de Dios para que los que no creen lleguen a creerle, sean liberados y entren a
formar parte de la familia celestial como hijos de Dios (Juan 1:12). Asimismo para
que reciban sanidad interior total dejando en completa libertad a su
descendencia.
Amado Señor: Entendemos
que hay cadenas tan fuertes que pasan de generación en generación. Rogamos que
tu Santo Espíritu escudriñe nuestras vidas y nos venga a limpiar completamente liberándonos
de las ataduras que han pasado de nuestros ancestros para que estos pecados no
pasen a las nuevas generaciones. También
Señor, permite que vayamos a los que por el pecado están encadenados y no te
conocen para que entiendan que la verdadera libertad la das Tú. ¡Gracias buen
Dios!
Un abrazo y
bendiciones.
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