Pero allí donde abundó el pecado, sobreabundó la gracia.Romanos 5:20b.
Lectura: Romanos 5:12-21. Versículo del día: Romanos 5:20b.
MEDITACIÓN DIARIA
Este versículo se
convierte en mi aliciente y esperanza para mi país en medio de la tristeza y
dolor patrio que siento por él. Colombia es una nación donde el narcotráfico,
los grupos alzados en armas, la delincuencia común y la corrupción han hecho de
las suyas y ante el mundo no es nada recomendable visitar. Siento como si el
dedo acusador se posara para señalarlo; pero a la vez, siempre he tenido en
mente que precisamente el Señor vino fue por los pecadores, y es donde recuerdo
que como abunda el pecado, la gracia se derramará aún más. Que somos señalados
por la maldad, pero en un tiempo no muy lejano, seremos lugar de paz, de
descanso y de esperanza, tanto para nacionales como para extranjeros.
Creo que la carga de
orar constantemente por mi país debería ser por lo menos de todos los
cristianos. Aquí juega un papel muy importante lo que dice 1 Crónicas 7:14: “si
mi pueblo, que lleva mi nombre, se humilla y ora, y me busca y abandona su mala
conducta, yo lo escucharé desde el cielo, perdonaré su pecado y restauraré su
tierra”. ¿Queremos una mejor nación? En vez de criticar tanto, pongámonos en la
tarea de humillarnos, buscar al Señor y abandonar la mala conducta. Fijémonos
que la orden es para nosotros los cristianos porque somos el pueblo que lleva
su Nombre, pero que sin embargo no actuamos como lo que decimos que somos. Nos
corresponde orar todos los días por esa tierra que es nuestra y cambiar nuestra
actitud. Si lo hacemos, hay una promesa incluida: perdonaré su pecado y
restauraré su tierra”.
Bueno, esto es
aplicable para todos. Creo que independientemente de donde seamos, cada uno
desea ver a su país en la cabeza, no en la cola.
Amado Señor: Oro de
manera especial hoy por mi patria Colombia. Tú más que nadie estás al corriente
de todo el pecado que abunda, pero también confío en tu infinita misericordia.
Te imploro porque seamos nosotros los cristianos, los primeros en reconocer lo
que estamos haciendo mal. Que exista el deseo de ser testimonio viviente y
fuente de bendición para que los que no te conocen también dejen su mal camino
y se conviertan a ti. Gracias por la promesa que tienes de restaurar esa tierra
y permitir que la gracia sobreabunde allí. Y gracias bendito Señor por escuchar
esta plegaria.
Un abrazo y
bendiciones.
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