Clama a mí y te responderé, y te daré a conocer cosas grandes y ocultas que tú no sabes.Jeremías 33:3.
Lectura: Jeremías
33:1-9. Versículo del día: Jeremías
33:3.
MEDITACIÓN DIARIA
A veces clamamos y no persistimos porque creemos que Dios no nos responderá. Cuando queremos comunicar algo importante a alguien, lo llamamos una y otra vez para ver si obtenemos respuesta; con Dios es muy diferente, Él nos dice: “y te responderé”. No es por si acaso, o no puedo o estoy ocupado; es que esta es una de sus bellas promesas y va ligada a darnos a conocer cosas extraordinarias que ni siquiera nos imaginamos. Igual como también nos habla en Isaías: “Te daré los tesoros de las tinieblas, y las riquezas guardadas en lugares secretos, para que sepas que yo soy el Señor, el Dios de Israel, que te llama por tu nombre” (Isaías 45:3). ¿Quién más puede hacerlo de esta manera? ¡Solamente nuestro Dios!
No dudemos en buscar a
Dios en momentos difíciles: “Él me invocará, y yo le responderé; estaré con él en momentos de angustia; lo
libraré y lo llenaré de honores. Lo colmaré con muchos años de vida y le haré
gozar de mi salvación” (Salmo 91:15-16). Pidámosle al Señor; Él nos asombrará
cada día porque es Poderoso para darnos abundantemente más de lo que pedimos (Efesios
3:20). Con el Señor hay que insistir, persistir y no desistir. Recordemos que
somos más que vencedores (Romanos 8:37) y a los vencedores nos dará un nombre
nuevo grabado en una piedrecita (Apocalipsis 2:17), ¡qué belleza!
Amado Señor: Gracias
porque podemos acercarnos a Ti con la firme convicción de que nos atenderás y
estarás atento a nuestras peticiones. Gracias porque tu fidelidad es tan firme
que agachas tu cabeza hacia nosotros para escucharnos mejor y decir nuestro
nombre muy quedo para animarnos, mimarnos y asombrarnos con tu infinita
misericordia. ¡Eres el mejor de los amores mi Señor!
Un abrazo y
bendiciones.
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