—Padre —dijo Jesús—, perdónalos, porque no saben lo que hacen.Lucas 23:34.
Lectura: Lucas 23:26-43. Versículo del día: Lucas 23:34.
MEDITACIÓN DIARIA
Estas palabras de
perdón, no son nada más que la muestra del amor inagotable de Jesús. Es el amor
manifestado a la humanidad en toda su extensión. Es el amor que no guarda
rencor, que no se deleita en la maldad. Todo lo disculpa, todo lo espera y todo
lo soporta. ¡Qué ejemplo tan excelso nos deja el Señor!
Un ejemplo del que
tenemos que aprender y el cual es tropiezo para muchos: perdonar. Perdonar
porque si no lo hacemos ¿cómo podemos esperar que Dios sí lo haga con nosotros?
Definitivamente si no perdonamos es porque no amamos y si no amamos es porque
no conocemos a Dios. Decimos y nos ufanamos de ser cristianos pero qué difícil
es doblegar el orgullo y estar dispuestos con mente, corazón y sentimientos a
perdonar. Y es que tiene que doblegarse todo nuestro ser porque muchas veces se
dice: ‘perdono pero no olvido’ o ‘el tiempo me ayudará a perdonar’. Pero si no
nos alcanza el tiempo, ¿cómo nos vamos a
presentar ante el Señor? Perdonar es una decisión que no da espera; es para
hacerlo inmediatamente. Por eso dice la Escritura: “No dejen que el sol se
ponga estando aún enojados” (Efesios 4:26).El Señor Jesús lo hizo en el momento
preciso y no le dio vueltas al asunto.
Señor Jesús: Toda
nuestra maldad recayó sobre Ti y pagaste por nosotros un precio muy elevado con
tu sangre derramada. Aun así, tu amor sobrepasó todo límite y a pesar del ultraje y la crueldad con que pagaste, no
vacilaste en darnos desde ese instante tu perdón. ¡Gracias buen Señor! Permite
que de ahora en adelante, tu ejemplo nos encamine a perdonar del mismo modo
como Tú lo hiciste por nosotros.
Un abrazo y
bendiciones.
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