sábado, 6 de febrero de 2016

Reconoscámoslo como el Señor y Salvador que es




Sucedió que, mientras hablaban y discutían, Jesús mismo se acercó y comenzó a caminar con ellos; pero no lo reconocieron, pues sus ojos estaban velados. 
Lucas 24:15-16.


Lectura: Lucas 24:13-35.  Versículos del día: Lucas 24:15-16.

MEDITACIÓN DIARIA

Dos de los discípulos de Jesús iban camino a Emaús hablando y discutiendo sobre los últimos acontecimientos en Jerusalén sobre la crucifixión del Señor y el mismo Señor se les acerca “pero no lo reconocieron, pues sus ojos estaban velados”. Al querer saber sobre lo discutido, ellos le cuestionan el no saber todo lo pasado con Jesús de Nazaret y demuestran la tristeza al decirle que abrigaban la esperanza de que Él redimiera a Israel, pero que hacía tres días había muerto y unas mujeres que habían ido al sepulcro contaron que su tumba estaba vacía y un ángel les había anunciado su resurrección. Estos discípulos por lo visto estaban muy confundidos y a la vez desconsolados (vv. 13-24). “—¡Qué torpes son ustedes —les dijo—, y qué tardos de corazón para creer todo lo que han dicho los profetas! ¿Acaso no tenía que sufrir el Cristo estas cosas antes de entrar en su gloria?” (vv. 25-26), y empieza a relatarles todo lo referente al Cristo en las Escrituras comenzando desde Moisés y los profetas. Solamente más tarde cuando aceptó la hospitalidad de ellos, entró y partió el pan; entonces, se les abrieron los ojos y lo reconocieron (v. 31).
Esta lectura es muy conmovedora y edificante. De ella podemos reflexionar y meditar sobre nuestra misma situación: vamos también cabizbajos, preocupados y frustrados. El Señor va al lado nuestro pero tampoco le vemos; decimos conocerle y creerle pero no es así.  Sin embargo, Él no nos deja. Jesús sigue buscando la manera de atraernos y comienza a ministrar nuestras vidas; pero mientras no le dejemos entrar completamente, no vamos a poder reconocerle como el Señor y Salvador que es.

Amado Señor: También somos torpes y tardos de corazón porque a pesar de haber escuchado infinidad de veces sobre Ti, hemos hecho caso omiso a tu Palabra. Abre nuestros ojos y nuestro entendimiento para reconocerte como el Mesías sufriente que vino a morir por nuestros pecados. Te rogamos que tomes todas las áreas de nuestra vida y vengas a caminar a nuestro lado. ¡Gracias buen Señor!  

Un abrazo y bendiciones.

No hay comentarios: