jueves, 25 de febrero de 2016

No dejemos de testificar




Ya no creemos sólo por lo que tú dijiste —le decían a la mujer—; ahora lo hemos oído nosotros mismos, y sabemos que verdaderamente éste es el Salvador del mundo. 
Juan 4:42.


Lectura: Juan 4:39-42. Versículo del día: Juan 4:42.

MEDITACIÓN DIARIA

¡Qué satisfactorio es ver cómo los que acuden al Señor creen en Él no tanto por lo que les hayamos transmitido sino por la misma revelación que el Señor les ha manifestado! Pero para que se produzca este hecho, somos nosotros los que debemos dar el primer paso: “Muchos de los samaritanos que vivían en aquel pueblo creyeron en él por el testimonio que daba la mujer: Me dijo todo lo que he hecho” (v. 39). Y que ellos tengan la disposición de escucharle: “y muchos más llegaron a creer por lo que él mismo decía” (v. 41).
Como encargados de transmitir el mensaje debemos ser claros y concretos con nuestro testimonio, y ya será el Espíritu Santo quien irá haciendo su labor en cada una de las personas a las que les hemos compartido. “Él me glorificará porque tomará de lo mío y se lo dará a conocer a ustedes” (Juan 16:14). El Señor hace la obra completa en cada uno. ¡Gloria a Dios!
Como aquella mujer, solo tenemos que poner la semilla. El caso es que tenemos que ir y hablar de lo que puede hacer el Salvador del mundo. No dejemos de hablar lo que ha hecho en nuestras vidas.

Amado Señor Jesús: Gracias por todas las personas que colocas a nuestro lado y desean escuchar nuestro testimonio. Gracias porque eres Tú quien nos das el querer como el hacer por tu buena voluntad para llevarles el mensaje tuyo. Manifiéstate a ellos para que crean en Ti como el Salvador de sus vidas y afirmes su fe.

Un abrazo y bendiciones.

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