lunes, 22 de febrero de 2016

Al final la obra será de su agrado




El Señor cumplirá en mí su propósito. Tu gran amor, Señor, perdura para siempre; ¡no abandones la obra de tus manos! 
Salmo 138:8.


Lectura: Salmo 138:1-8.  Versículo del día: Salmo 138:8.

MEDITACIÓN DIARIA

Cada uno de nosotros somos piezas de barro en manos del Gran Alfarero. Él nos va moldeando de tal manera que al final cuando ya considere que está lista su tarea, decida de acuerdo a la moldura cuál será el servicio que en últimas tendremos. Yo me imagino al Señor haciendo de mí, primero un plato; pero no, ese no era su propósito. Entonces, vuelve a tomar esa arcilla y empieza a moldear una taza; pero tal vez tampoco le guste esta nueva pieza y decide irle dando forma a un lindo jarrón. No sé si será así, pero viene a mi memoria el recorrido de mi vida como cristiana y considero que cada situación por la que he ido transitando tiene que ver con un molde diferente. La verdad, ni yo misma aun sé si ya estoy preparada para cumplir mi misión como un lindo jarrón. ¡Solo lo sabe mi buen Alfarero! Lo que sí sé con plena certeza es que cada nueva pieza llega con los dolores de la anterior; es decir, volverla a amasar no es nada fácil. Cada reconstrucción duele, pero lo hermoso es saber que al final este Alfarero dirá: ¡Me agradó el trabajo! ¡Esto era lo que deseaba obtener y cumplirá su propósito!

Amado Señor: En tus manos no somos más que barro disponible para Ti. Moldéanos de acuerdo a tu agrado y permite que seamos útiles en la labor que nos tienes preparada. ¡Gracias Señor por el diseño que harás en cada uno de nosotros!

Un abrazo y bendiciones.

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