sábado, 27 de febrero de 2016

¡Buenos días Papito Dios!




Por la mañana hazme saber de tu gran amor, porque en ti he puesto mi confianza. Señálame el camino que debo seguir, porque a ti elevo mi alma. 
Salmo 143:8.


Lectura: Salmo 143:1-12.  Versículo del día: Salmo 143:8.

MEDITACIÓN DIARIA

Son varios los pasajes de la Biblia que nos hablan de empezar el día en manos de Dios. Y es que al primero que debemos saludar es a nuestro Papito Celestial. Él mejor que nadie nos conoce y sabe lo que necesitamos; por eso dice el versículo: “hazme saber de tu gran amor”. Sin duda alguna, todos pasamos por momentos críticos igual que David. ¡Pero cuánta consolación encontramos en sus Salmos!
Es en la mañana cuando con la mente despejada y nuestro corazón preparado, podemos acercarnos a nuestro Buen Dios para hablarle con confianza; contarle nuestras cuitas como al mejor de los amigos y además disponiéndonos a Él: “Enséñame a hacer tu voluntad, porque tú eres mi Dios. Que tu buen Espíritu me guíe por un terreno sin obstáculos” (v. 10). Aprendamos a decirle: ‘¡Buenos días Papito Dios! Aquí estoy’.

Amado Señor: Gracias por tu fidelidad. Gracias porque deseas que te tengamos siempre en primer lugar y que por ese mismo amor que nos profesas, seas Tú el primero en saber de nuestros labios no solo las angustias y tristezas sino también las alegrías y los triunfos. Gracias porque con el alba nos presentamos dispuestos a hacer tu voluntad y a esperar confiadamente en Ti.

Un abrazo y bendiciones.

No hay comentarios: