A él le toca crecer, y a mí menguar.Juan 3: 30.
Lectura: Juan
3:22-30. Versículo del día: Juan 3:30.
MEDITACIÓN DIARIA
¿Será que si somos
capaces de menguar para que el Señor crezca en nosotros? Juan el Bautista era
consciente que él era solamente el que iba abriéndole camino. No le importó ser
reconocido por su labor de bautizar y supo evangelizar a través de su
ministerio; pero cuando Dios le dijo ‘hasta aquí”, paró y no le costó porque
sabía que esa era la voluntad del Padre.
Después de recibir al
Señor como Salvador de nuestras vidas, tenemos que dejar que Él haga su obra en
cada uno porque recordemos que ante todo nuestro Dios, es todo un caballero y
no va a entrometerse si no le damos permiso. Ahí es, en donde tenemos que ser
sabios y si de verdad le hemos dicho que sea nuestro Señor, es porque le hemos dado paso a que entre y maneje todos
nuestros asuntos. Es que no son solamente los que nos gusten o queramos, son
todos; y la única manera de permitirle crecer en nuestras vidas, es tumbando el
ego sentado desde siempre en el trono, para que el Rey de reyes y Señor de
señores se siente y empiece a desplazar prioridades vanas, por las que son para
vida eterna.
¡No es tan fácil! El
orgullo, la vanagloria, la vanidad y la presunción de este mundo al que todavía
estamos atados por la naturaleza pecaminosa, nos arrastran. Como decía el
apóstol Pablo: “¡Soy un pobre miserable! ¿Quién me librará de este cuerpo
mortal? ¡Gracias a Dios por medio de
Jesucristo nuestro Señor!” (Romanos 7:24-25). Sí gracias a Dios que el Señor
Jesucristo nos conoce y a través de su Santo Espíritu, día tras día va haciendo
su obra regeneradora. Solo tenemos que reconocer que no podemos hacerlo solos y
decirle al Señor que actúe Él. Es decir, menguar el siervo para que crezca el
Amo
Amado Señor Jesús: No
somos nada ni nadie para indicarte o impedirte que sigas creciendo en nosotros.
Perdona el olvidarnos que eres el Amo y Señor de nuestras vidas y no darte la
cabida necesaria para que sigas obrando. Queremos presentarnos ante Ti como la
mejor de las ofrendas ofrecidas: limpios y lavados en todas las áreas de
nuestras vidas para servirte y amarte con todo el corazón, toda nuestra mente y
todas nuestras fuerzas. ¡Gracias buen Señor!
Un abrazo y
bendiciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario