Pero Jeremías les dijo a todos los jefes y a todo el pueblo: El Señor me envió para profetizar contra esta casa y contra esta ciudad todas las cosas que ustedes han escuchado. Así que enmienden ya su conducta y sus acciones, y obedezcan al Señor su Dios, y el Señor se arrepentirá del mal que les ha anunciado.Jeremías 26:12-13.
Lectura: Jeremías
26:1-24. Versículos del día: Jeremías
26:12-13.
MEDITACIÓN DIARIA
Llama la atención que
en este pasaje de la Biblia Jeremías cumple la voluntad de Dios y obra resueltamente
sobre lo que tenía que profetizarles a los del pueblo de Judá, así no les
gustara a los dirigentes políticos, sacerdotes y profetas. Profetizó lo mandado
contra viento y marea. Me gusta la
lectura y me hace reflexionar sobre nuestro poco interés en ser radicales
cuando tenemos que sentar nuestra posición. Digo que me hace reflexionar porque
actualmente a través de la tecnología avanzada como las redes sociales, vemos
que todo el que quiera disparatar en favor de los abortos, de los matrimonios entre
parejas del mismo sexo, de la adopción de ellos y de otros casos de inmoralidad
que van en contra de las leyes de Dios, lo hacen sin ninguna clase de preámbulo
ni de respeto a Dios y a los conversos. Muchos de nosotros, leemos y no somos
capaces de refutar sus palabras.
Creo que ha llegado el
momento de pararnos y hacernos sentir. Si dicen que somos minorías, pues está
muy bien puesto que ahora ganan ellos. Y si creen que somos los más, ahí
estamos y el mundo tiene que conocer lo que Dios ha profetizado y lo que le
pasará a todo el que no cree en Jesucristo el Hijo de Dios. Hay que hacerles
ver que van por mal camino y exhortarlos de igual modo: “Así que enmienden ya
su conducta y sus acciones, y obedezcan al Señor su Dios”.
No tengamos miedo de
hablar; no podemos seguir indiferentes mientras el hombre cada día se va
hundiendo más en el pecado y se condena. Hablemos Palabra de Dios que nadie la
podrá refutar y ésta no regresa vacía. “Este mensaje es digno de crédito y
merece ser aceptado por todos: que Cristo Jesús vino al mundo a salvar a los
pecadores” (1 Timoteo 1:15).
Amado Señor: Gracias
porque nos has dejado tu Palabra para que aprendamos de ella y podamos ser
testigos fieles ante el mundo de lo que nos has enseñado y de nuestra convicción
de fe. Llénanos con tu Santo Espíritu para afirmar con valor y denuedo en quién
hemos creído y lo que esperas de nosotros. ¡Gracias buen Señor!
Un abrazo y
bendiciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario