sábado, 13 de febrero de 2016

El corazón engañoso haciendo alarde de mi firmeza y fe




Nada hay tan engañoso como el corazón. No tiene remedio. ¿Quién puede comprenderlo? 
Jeremías 17:9.


Lectura: Jeremías 17:5-10.  Versículo del día: Jeremías 17:9.

MEDITACIÓN DIARIA

Cuando no se tiene al Señor se busca confiar en el hombre y Dios dice que es maldito el que confía en el hombre (v. 5); lo material pasa a ocupar el lugar que le corresponde a lo espiritual. Sin embargo en ocasiones se nos olvida quien está comandando en el trono de nuestra vida y nos volvemos carnales. El versículo del día nos dice que no hay nada tan engañoso como el corazón. Y es que podemos sentirnos muy seguros y creer que tenemos la fe que mueve montañas; y ante la primera borrasca, la montaña se nos mueve pero por falta de fe.
A veces es tan difícil seguir rectamente por el camino sin tambalear, que precisamente una de mis peticiones para este año es que aprenda a confiar plenamente en mi Señor. Que aprenda a sostenerme así llegue calor o sequía (vv. 7-8). Mi propia experiencia me ha enseñado que cuando considero que estoy más fuerte y firme, viene la tormenta y se me olvida  lo maravilloso que he recibido de parte de Él. Y lo digo porque me desestabilizo angustiada y débil. Definitivamente el corazón nos engaña y sabe cómo hacerlo. Más sin embargo como decía Pablo, el Señor se glorifica en mi debilidad (2 Corintios 12:9), y es que aunque yo no siga siendo fiel, el Señor sí lo es. Y Él que me conoce perfectamente viene en busca de mi rescate a sacarme nuevamente a flote. Gracias a Dios que por medio de Cristo Jesús ha derramado tanta gracia sobre mí y perfeccionará su obra hasta verla completa y agradable para Él. En conclusión: Cuando me considero fuerte, soy débil; y cuando soy débil soy fuerte en el poder de Cristo.

Amado Señor: Muchas gracias porque me haces entender que soy de barro y solamente tu mano prodigiosa va moldeando esta vida que no es mía sino tuya para levantarla y estar lista cuando vuelvas. Gracias porque tu poder se perfecciona en lo débil que soy.

Un abrazo y bendiciones.

No hay comentarios: