Si tengo el don de profecía y entiendo todos los misterios y poseo todo conocimiento, y si tengo una fe que logra trasladar montañas, pero me falta el amor, no soy nada.1 Corintios 13:2.
Lectura: 1 Corintios
13:1-13. Versículo del día: 1 Corintios
13:2.
MEDITACIÓN DIARIA
Acabó de pasar el día
del Amor y la Amistad en Estados Unidos, y los establecimientos comerciales se
llenaron de corazones y leyendas para reflejar el amor. Un amor, considero, que
en la mayoría de los casos son simplemente eso: comercio. El verdadero amor que
se debe manifestar no solo entre cónyuges, novios o amigos sino con todo el
prójimo nos lo describe Dios aquí en este capítulo de la Biblia.
¿Qué es el amor? “El
amor es paciente, es bondadoso. El amor no es envidioso ni jactancioso ni
orgulloso. No se comporta con rudeza, no es egoísta, no se enoja fácilmente, no
guarda rencor. El amor no se deleita en la maldad sino que se regocija con la
verdad. Todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta” (vv.
4-7). Miremos todas las cualidades que implica lo que es amar. No las leamos
solamente: pongámonos situaciones cotidianas y preguntémonos con cada una si en
realidad lo estamos practicando. Por ejemplo: ¿el amor que le tengo a mi
esposo(a), si es paciente? O ¿el amor que digo profesarle a mis padres, se
enoja o no fácilmente? Y también, ¿el amor hacia mi enemigo se regocija con la
verdad o me deleito en su desgracia? ¿Si
estoy dispuesto a creerlo todo? ¿A esperarlo todo? ¿A soportarlo todo? O ¿me
dejo vencer por la envidia, el orgullo, la rudeza, el egoísmo, el rencor? ¿Qué
clase de amor estoy sinceramente ofreciendo?
Creo que si en realidad
practicáramos el verdadero amor las convivencias serían más fáciles, los
hogares más llevaderos y ganarían los hijos porque no habría tantos divorcios.
En fin, toda la sociedad se beneficiaría si ejerciéramos el amor como nos lo
enseña el Señor. Es tan alto y sublime el amor que yo diría es la esencia de la
vida; y esa esencia indiscutiblemente es la naturaleza propia de Dios, sin el
cual es imposible completarlo todo.
Amado Señor: Solo nos
basta comprender lo que hiciste por nosotros para entender lo que es el verdadero
amor. Aunque sabemos que aquí somos imperfectos, te rogamos bendito Señor que
pongas en cada uno de nosotros, la dosis suficiente de ese amor tuyo regalado,
para que demostremos al mundo que somos diferente. ¡Gracias buen Señor!
Un abrazo y bendiciones.
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