¿Quién no te temerá, Rey de las naciones? ¡Es lo que te corresponde! Entre todos los sabios de las naciones, y entre todos los reinos, no hay nadie como tú.Jeremías 10:7.
Lectura: Jeremías
10:1-16. Versículo del día: Jeremías
10:7.
MEDITACIÓN DIARIA
La lectura del día nos
habla de no seguir la conducta del mundo porque ellos tienen a sus ídolos y
depositan su fe en esto. Nosotros, su pueblo, no tenemos que temerles porque
ningún mal pueden causarnos (v. 5).
Esto me lleva a concluir
que el Señor es el Rey y el Sabio por excelencia y es en Él en quien debemos
poner nuestra mirada. A veces el camino se torna pedregoso, abrupto y difícil
de andar; buscamos por aquí y por allá y nos dejamos llevar quizá no por ídolos
de madera o plata, pero sí por otros construidos por nosotros mismos. La verdad es que cuando todo va bien, ni
siquiera entendemos el por qué de las angustias y afanes de los que están emproblemados.
Solamente cuando el Señor nos toca personalmente y llegan los contratiempos es
que empezamos a medir de verdad nuestra fe y convicción. Es ahí exactamente
donde podemos analizar qué otros ídolos hemos fabricado y si estamos parados en
el lugar que es o en el equivocado.
No dudemos de su
inmensa bondad: “¡No hay nadie como tú, Señor! ¡Grande eres tú, y grande y
poderoso es tu nombre!” (v. 6).
Amado Señor: Muchas
gracias porque utilizas tu Palabra para enseñarme a mirarte como en realidad me
corresponde hacerlo. Gracias porque eres el Rey y Soberano Dios y ni el más
grande de los sabios asemeja tu sapiencia. Gracias porque me haces entender que
un ídolo es todo aquello que está por encima de Ti; te pido perdón por no
confiar en tu poder como tantas veces me lo has manifestado. Pongo en tu Presencia los afanes cotidianos porque sé que solamente en
tus brazos puedo descansar segura.
Un abrazo y
bendiciones.
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