miércoles, 3 de febrero de 2016

El Señor, Vigilante incansable




No permitirá que tu pie resbale; jamás duerme el que te cuida. Jamás duerme ni se adormece el que cuida de Israel. 
Salmo 121:3-4.


Salmo 121:1-8.  Versículos del día: Salmo 1213-4.

MEDITACIÓN DIARIA

Este Salmo fue el primero que aprendí y siempre me ha gustado porque es ver la misericordia de Dios aun no permitiendo que resbalemos. En la mañana cuando nos presentamos delante del Señor, le encomendamos el día y las actividades que tengamos; entonces ya con su bendición podemos salir confiados y tener la certeza que desde que dimos el primer paso fuera de casa, hasta el anochecer al retornar al hogar, hay alguien que está vigilante y como guardia a nuestro lado para tendernos su mano.  El Señor sabe muy bien que del resbalón puede llegar la caída y que eso no nos conviene. Es tanto su amor que nos lleva de su mano para estar en el momento exacto y no permitir que los traspiés se tornen en resbalón y nos desplomemos.
Confiemos en su respaldo cuando le pedimos alguna cosa y oremos continuamente para cumplir su voluntad. No nos dejemos llevar por las angustias y situaciones difíciles porque recordemos que si no los vemos es porque resolvió tomarnos en sus brazos y cargar con nosotros incluyendo todo lo que nos pesa tanto. Él es el mejor centinela y nunca tiene sueño porque solamente va vigilante a nuestro lado cuidándonos y protegiéndonos de todo mal, desde que sale el sol hasta el anochecer.

Amado Señor: Muchas gracias porque eres Tú quien nos guías y llevas de tu mano resguardándonos y mostrándonos el camino a seguir donde Tú sabes es más llano y limpio para no tropezar. Gracias porque nunca duermes por el inmenso amor que nos tienes y estás atento en nuestro andar.

Un abrazo y bendiciones.                                                                      

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