viernes, 29 de enero de 2016

¡Despierta alma mía a reunirte con tu Amado!




Muy de mañana me levanto a pedir ayuda; en tus palabras he puesto mi esperanza. 
Salmo 119:147.


Lectura: Salmo 119:141-149. Versículo del día: Salmo 119:147.

MEDITACIÓN DIARIA

Son muchos los versículos de la Biblia que nos invitan a buscar a Dios en las mañanas. “Oh Señor, de mañana oirás mi voz; de mañana presentaré mi oración a ti, y con ansias esperaré” (Salmo 5:3 LBLA). Y es que en la mañana ya hemos descansado y está despejada nuestra mente; ¡qué mejor que el primer saludo sea para Papá Dios! Él es nuestra prioridad y ese encuentro mañanero con Él en la quietud del alba, puede llegar a convertirse en una única y especial intimidad.
Busquemos esas hora para salir a reunirnos con nuestro Amado como con el novio que esperamos anhelante, o con el mejor de los amigos  al que le contamos confidencias, nos reímos y abrazamos. Al que siempre está dispuesto a ofrecernos sus hombros para llorarle y que extiende sus brazos para alzarnos cuando las fuerzas nos abandonan. El Señor está listo para recibirnos: “Has salido a su encuentro con ricas bendiciones; lo has coronado con diadema de oro fino” (Salmo 21:3).
“¡Despierta, alma mía! ¡Despierten, arpa y lira! ¡Haré despertar al nuevo día!” (Salmo 57:8).

Amado Señor: Qué  grato es saber que estás ahí esperándonos en cada amanecer. Estás pendiente de nuestro encuentro y sin embargo, cuántas veces no pasamos por alto este cuidado tuyo y ni siquiera te miramos. ¡Perdona nuestra indiferencia Señor! Gracias por hacernos entender que Tú nunca cambias y que esa cita en la alborada la esperas anhelante. Gracias porque eres el Único que nos ofreces amor verdadero y estás dispuesto a escucharnos, motivarnos, fortalecernos y perdonarnos a la vez. ¡Te amamos Señor! al alba

Un abrazo y bendiciones.

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