Muy de mañana me levanto a pedir ayuda; en tus palabras he puesto mi esperanza.Salmo 119:147.
Lectura: Salmo
119:141-149. Versículo del día: Salmo 119:147.
MEDITACIÓN DIARIA
Son muchos los
versículos de la Biblia que nos invitan a buscar a Dios en las mañanas. “Oh
Señor, de mañana oirás mi voz; de mañana presentaré mi oración a ti, y con
ansias esperaré” (Salmo 5:3 LBLA). Y es que en la mañana ya hemos descansado y
está despejada nuestra mente; ¡qué mejor que el primer saludo sea para Papá
Dios! Él es nuestra prioridad y ese encuentro mañanero con Él en la quietud del
alba, puede llegar a convertirse en una única y especial intimidad.
Busquemos esas hora para
salir a reunirnos con nuestro Amado como con el novio que esperamos anhelante,
o con el mejor de los amigos al que le
contamos confidencias, nos reímos y abrazamos. Al que siempre está dispuesto a
ofrecernos sus hombros para llorarle y que extiende sus brazos para alzarnos
cuando las fuerzas nos abandonan. El Señor está listo para recibirnos: “Has salido a su encuentro con ricas bendiciones; lo has coronado
con diadema de oro fino” (Salmo 21:3).
“¡Despierta, alma mía!
¡Despierten, arpa y lira! ¡Haré despertar al nuevo día!” (Salmo 57:8).
Amado
Señor: Qué grato es saber que estás ahí
esperándonos en cada amanecer. Estás pendiente de nuestro encuentro y sin
embargo, cuántas veces no pasamos por alto este cuidado tuyo y ni siquiera te
miramos. ¡Perdona nuestra indiferencia Señor! Gracias por hacernos entender que
Tú nunca cambias y que esa cita en la alborada la esperas anhelante. Gracias
porque eres el Único que nos ofreces amor verdadero y estás dispuesto a
escucharnos, motivarnos, fortalecernos y perdonarnos a la vez. ¡Te amamos
Señor! al alba
Un
abrazo y bendiciones.
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