Porque el Hijo del hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido.Lucas 19:10.
Lectura: Lucas 19:
1-10. Versículo del día: Lucas 19:10.
MEDITACIÓN DIARIA
Acabamos de celebrar la
Navidad pero podría decir casi con seguridad que no son muchos los que verdaderamente entienden el
verdadero significado de la Navidad. Sí, Jesús vino a nacer en un humilde
pesebre, a tener una infancia muy parecida a la de todos los niños y una
adolescencia también igual. Pero, por lo general, ahí se queda todo el
conocimiento. Somos felices celebrando la Navidad pero tenemos que pensar y ser
conscientes que el Señor Jesús no se quedó bebé; creció como todos los demás sino
con una diferencia: empezó su vida
pública a los 30 años con el fin de cumplir con la misión impuesta por el Padre
y ahí es donde entra a jugar lo que dice claramente el versículo del día: “vino
a buscar y a salvar lo que se había perdido”.
Tristemente, la mayoría
de las personas no entienden o no quieren entender el mensaje de salvación que
vino a entregarnos el Señor. Vivimos de emociones; nos alegramos por la Navidad
y supuestamente nos arrepentimos en Semana Santa pero de ahí no pasa. No se analiza ni se hace algo por entender, cuáles
fueron las buenas noticias dadas por el ángel del Señor a los pastores. El
Señor Jesús vino en rescate por todos; el vino a reconciliar al hombre con
Dios; a ser el puente que restableciera nuevamente, la relación perdida en la caída
de Adán y Eva. El Señor Jesús fue el amor sublime y total manifestado por Dios
para nosotros: “Porque tanto amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito,
para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna” (Juan
3:16). Y ese amor está disponible tanto
para ti como para mí. El Hijo del hombre vino expresamente a buscarte para
salvarte, la decisión es tuya: lo tomas o lo dejas; lo aceptas o lo rechazas.
Amado Señor: Gracias
por lo que viniste a hacer por nosotros. Gracias porque si no hubieras muerto y
resucitado no podríamos decir ahora, que tenemos vida eterna contigo. Gracias
por el amor infinito que nos demostraste con tu venida al mundo y gracias por
los que están leyendo este devocional y entienden tu obra redentora. Te ruego
por ellos Señor, para que su testimonio sirva para que otros se acerquen
también a Ti.
Un abrazo y
bendiciones.
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