¡Cobren ánimo y ármense de valor! No se asusten ni se acobarden ante el rey de Asiria y su numeroso ejército, porque nosotros contamos con alguien que es más poderoso. Él se apoya en la fuerza humana, mientras que nosotros contamos con el Señor nuestro Dios, quien nos brinda su ayuda y pelea nuestras batallas.2 Crónicas 31:7-8.
Lectura: 2 Crónicas
32:1-23. Versículos del día: 2 Crónicas
31:7-8.
MEDITACIÓN DIARIA
El rey de Asiria no
solamente desafió a Ezequías rey de Judá, también a todo el pueblo y
peligrosamente se metió directamente con Dios, y como consecuencia obtuvo su
destrucción. “Los oficiales de Senaquerib siguieron hablando contra Dios el
Señor y contra su siervo Ezequías.
Además, Senaquerib escribió una carta en la que insultaba al Señor, Dios
de Israel, en estos términos: Así como los dioses de otras naciones no han
podido librarlas de mi mano, tampoco ese dios de Ezequías podrá librar de mi
mano a su pueblo” (vv. 16-17). ¡Qué mal le fue! Y es que nadie puede desafiar
al Señor. Ejemplos hemos visto: El constructor del ‘Titanic’ afirmó que ni
siquiera Dios podría hundirlo y en el primer viaje se acabó. John Lennon
integrante del grupo británico de los Beatles después de decir que ellos eran más famosos que Jesucristo y
que los asuntos del Señor eran simples, le dispararon seis veces y murió. “No
se engañen: de Dios nadie se burla. Cada uno cosecha lo que siembra. El que
siembra para agradar a su naturaleza pecaminosa, de esa misma naturaleza cosechará
destrucción; el que siembra para agradar al Espíritu, del Espíritu cosechará
vida eterna” (Gálatas 6:7-8).
Igual a ellos han
surgido muchos que se burlan del Señor y de su ministerio. Están jugando con
fuego. Esta lectura es un llamado para no solamente creer en Dios, sino para
creerle a Dios; es decir: creer lo que dice su Palabra. Palabra que no cambia y
que está disponible para que nosotros la recibamos y la pongamos en práctica.
Dios es Dios y nosotros solamente sus siervos.
¿Estás librando alguna
batalla? Llénate de ánimo y valor. Cree que el Señor es quien dijo ser: un Dios Poderoso que peleará por
ti y vencerás.
Amado Señor: Gracias
por enseñarnos que no hay otro Dios fuera de Ti que vaya a pelear las batallas
por nosotros y nos des la victoria. Gracias porque contigo somos más que
vencedores y sabemos que eres el Único, Santo y Poderoso Rey de reyes y Señor
de señores. ¡Te amamos bendito Señor!
Un abrazo y bendiciones.
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