Así que dio a luz a su hijo primogénito. Lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en la posada.Lucas 2:7.
Lectura: Lucas
2:1-20. Versículo del día: Lucas 2:7.
MEDITACIÓN DIARIA
El Rey de reyes, el
Señor de señores; el Dios hecho hombre vino a la tierra y desde su nacimiento
lo único que hizo fue dejarnos lecciones de humildad y amor. No hubo posada
para Él y nació en un humilde pesebre. El heno de los animales fue su abrigo y
ellos, su creación: su compañía. La Navidad es época de alegría, paz, regocijo,
agradecimiento y ante todo perdón. Si Dios no estuviese pensando en nuestro
perdón, no habría significado nada el nacimiento de nuestro Redentor; meditemos
sobre esto.
Y por otro lado, generalmente
cuando es el cumpleaños de un ser querido, le obsequiamos presentes; pero es
tan grande su amor, que el presente para Él, se nos devuelve a nosotros. Vino
por ti y por mí a nacer. ¡Qué rico celebrar con los seres que amamos, con
regalos y buena cena al lado de un pesebre o de un árbol! Pero no te olvides del motivo principal: el
nacimiento de Jesús, el Señor. ¡Hoy es
su cumpleaños! Regálale tu propia vida y permite que Jesús nazca en el pesebre
de tu corazón. Te aseguro que es el mejor regalo que le puedes brindar. Después,
Jesús te demostrará por qué te ama tanto.
Amado Señor Jesús: Hoy
celebramos tu nacimiento pero no queremos que sea una fecha más; deseamos que
ante todo, seas Tú el eje principal del acontecimiento más valioso para la
humanidad. Toma Señor mi corazón y ven a reposar en él. Viniste a darme vida y
yo te entrego mi vida para que la uses Tú. ¡Gracias bendito Jesús!
Un abrazo y
bendiciones.
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