Y ahora, Señor, ¡fortalece mis manos!Nehemías 6:9.
Lectura: Nehemías
6:1-14. Versículo del día: Nehemías 6:9.
MEDITACIÓN DIARIA
El ejemplo de Nehemías
es de admirar. Cuando los enemigos le hicieron la guerra por la reconstrucción
de la muralla, él, en vez de airarse y enfrentarse a ellos obró muy prudente y con
cabeza fría; no se dejó llevar por iras ni venganzas ni se dejó tampoco
intimidar por la situación. Al contrario, buscó la ayuda del Señor para que más
bien, fuera el mismo Señor quien lo fortaleciera y lo animara.
Nuestra vida diaria es
una construcción donde tenemos que
enfrentarnos a situaciones diferentes; y de pronto, a raíz de éstas, surgen
problemas en el momento menos esperado. Es difícil a veces sortear estos escenarios;
incluso en ocasiones, nos dejamos llevar
por los impulsos y palabras y perdemos el norte de nuestra actuación. Considero
muy positivo tomar el ejemplo de Nehemías ya sea administrando una empresa,
institución o nuestro mismo hogar. Cuando los problemas se nos vienen encima
hay que obrar prudentemente y acudir a quien es el único capaz de resolverlos y
darnos la paz necesaria para retomar las tareas y proseguir: “Y ahora, Señor,
¡fortalece mis manos!”.
Amado Señor: Gracias
porque tu Palabra es viva y eficaz; llega en el momento adecuado para instruirnos,
revelarnos y a la vez disciplinarnos sabiendo que deseas lo mejor para
nosotros. Enséñanos a ser buenos administradores en el lugar en que nos has
puesto para que desde allí demos el mejor testimonio como conocedores de la fe
que profesamos.
Un abrazo y
bendiciones.
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