miércoles, 2 de diciembre de 2015

Fuimos creados para exaltar su grandeza




Que la gloria del Señor perdure eternamente; que el Señor se regocije en sus obras. 
Salmo 104:31.


Lectura: Salmo 104:1-35.  Versículo del día: Salmo 104:31.

MEDITACIÓN DIARIA

Este Salmo también exalta la grandeza de la creación de Dios: “que el Señor se regocije en sus obras”. El hombre también es hechura suya y es su máxima creación. Entonces ¿hasta dónde permitimos que el Señor se regocije con nosotros?
Personalmente considero que no hay otra manera, sino cumpliendo su voluntad. Generalmente pedimos algo, pero siempre pensando en nuestro propio bien y pasamos por alto su voluntad. Cuando el Señor no responde es porque no nos conviene lo que pedimos o porque todavía no es el tiempo. Sin embargo, testarudos y tercos que somos, no solo queremos para ya las peticiones, también las queremos a nuestro acomodo: “¿Qué es el hombre, para que en él pienses? ¿Qué es el ser humano, para que lo tomes en cuenta? Lo hiciste un poco menor que los ángeles, y lo coronaste de gloria y de honra; ¡todo lo sometiste a su dominio!” (Hebreos 2:6-8).
No podemos dejar que la gloria y honra que nos dio, esté por encima de su Gloria y Honra. Reflexionemos y meditemos si este regalo concedido lo estamos utilizando para  engrandecer su Nombre, o para ensalzarnos nosotros. Exaltémoslo como lo merece y permitamos que se regocije en su gran obra creadora.

Amado Señor: Nuestro paso aquí en la tierra es efímero pero no hemos aprendido a percibirlo así. Nos creemos reyes y señores de lo que Tú has hecho con nosotros y nos olvidamos de darte toda la honra y gloria que mereces. Perdona Señor nuestra arrogancia y vuélvenos humildes para que en verdad demostremos al mundo que eres Tú viviendo en nuestros corazones y te alegres de lo que somos para Ti. ¡Alaba, alma mía, al Señor! ¡Aleluya! ¡Alabado sea el Señor!

Un abrazo y bendiciones.

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