El que es honrado en lo poco, también lo será en lo mucho; y el que no es íntegro en lo poco, tampoco lo será en lo mucho.Lucas 16:10.
Lectura: Lucas
16:1-15. Versículo del día: Lucas 16:10.
MEDITACIÓN DIARIA
Creo que todos hemos
tenido situaciones bien sea donde sin querer nos devuelven más dinero, o nos
encontramos con un billete caído al piso al lado de su dueño o una billetera
con todos los papeles y teléfonos de su propietario. ¿Qué sería lo correcto por
hacer en estos casos? El deshonesto lo
llamará ‘de buenas’ y lo retendrá; pero nosotros como cristianos debemos dar
testimonio de honestidad y hacer lo posible por devolver lo encontrado si
tenemos cómo hacerlo. Ahí es donde se prueba la honradez e integridad de una
persona. Vale decir, que aquí entra también cuando se tiene una deuda, porque no
pagarla lleva a la miseria y esto también es deshonestidad.
El Señor les contaba
sobre la parábola del administrador sagaz que se dio cuenta que perdería su
trabajo y por consiguiente quiso congraciarse con los deudores rebajándoles la
deuda para así ganarlos y recibir más adelante de ellos alguna recompensa. Este
hombre le fue infiel a su señor; además
de haber administrado mal lo encomendado, ahora busca que los deudores también
lo estafen. Este era un hombre amante de las riquezas y el Señor dice: “Ningún
sirviente puede servir a dos patrones. Menospreciará a uno y amará al otro, o
querrá mucho a uno y despreciará al otro. Ustedes no pueden servir a la vez a
Dios y a las riquezas” (v. 13). El amor al dinero hace que las personas pierdan
el juicio y la visión de integridad.
Definitivamente quien
es honrado en lo poco, lo será en lo mucho. Quien no es íntegro en lo pequeño,
tampoco lo será en lo mucho y no se le puede confiar nada. ¡Sí que es
importante ser honesto y permitir que la gente deposite toda su confianza en
nosotros! Especialmente en asuntos financieros. ¡Esto también es una bendición!
Amado Señor: Gracias
porque nos enseñas el valor de la honestidad y lo necesario que es aprender a
ser honestos. Esta virtud nos llenará de alegría y de orgullo bueno, sabiendo
que somos agradables no solo a los ojos de Dios sino que gozamos de la
confiabilidad de los que nos rodean y aprecian. ¡Te alabamos Señor por tu
bondad y enseñanza!
Un abrazo y
bendiciones.
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