lunes, 18 de febrero de 2013

Vivir en el presente



Olviden las cosas de antaño; ya no vivan en el pasado. ¡Voy a hacer algo nuevo!  Ya está sucediendo, ¿no se dan cuenta? Estoy abriendo un camino en el desierto, y ríos en lugares desolados 
Isaías 43:18-19.


Lectura: Isaías 43:14-28.  Versículos del día: Isaías 43:18-19.

MEDITACIÓN DIARIA

¿Por qué no olvidar el pasado, máxime cuando ha sido amargo?  Si el Señor nos lo ordena, es porque así es.  Si recordamos y añoramos el tiempo anterior, debe ser porque fue una época muy bonita y deseamos volver a vivirla; o sea, nos estamos amargando por no estar en las mismas condiciones. Si por el contrario, recordamos un tiempo de desolación y tristeza, tampoco nos traerá paz ni esperanza. De todas maneras, sea por volver al tiempo bueno o malo, el Señor nos dice que lo dejemos a un lado.  Él está haciendo algo nuevo aunque no nos demos cuenta de ello.
Considero que tanto en un caso como en el otro, lo que nos queda es darle gracias a Dios por lo vivido y esperar que el nuevo día llegue. Ni retroceder al pasado porque eso es: solamente un pasado; ni tampoco adelantarnos al futuro, porque éste solo le pertenece al Señor.  Por consiguiente nos toca aprender a vivir en el presente: en el día a día, ya que cada nuevo amanecer trae su propio afán.  El mejor momento de la vida es el que vivimos plenamente; valorando lo que tenemos y sacando el mayor provecho a cada minuto y segundo como si fuera el último de nuestra existencia. De ahí la importancia de ofrecer lo mejor que tengamos, bien sea que se trate de compartir con nuestros seres queridos, o de realizar el más excelente trabajo donde quiera que lo desempeñemos.

Padre amado: Sabemos que estás haciendo un camino nuevo y que tus planes son de bienestar y no de calamidad. Permite que te honremos asimilando  el presente, para disfrutar en plenitud cada uno de los buenos días que nos tengas aquí en la tierra.

Un abrazo y bendiciones.

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