Cuando Jesús se dio cuenta, se indignó y les dijo: «Dejen que los niños vengan a mí, y no se lo impidan, porque el reino de Dios es de quienes son como ellos.Marcos 10:14.
Lectura: Marcos 10:13-16. Versículo del día: Marcos 10:14.
MEDITACIÓN DIARIA
Qué lección tan asombrosa nos deja el Señor en cuanto a
ponerles atención a los niños. Cuántas veces menospreciamos a los chiquillos
porque creemos que todavía no tienen razón para estar en medio de nosotros o
porque nos parece que son impertinentes y eso nos molesta. Pero no; al contrario, los niños son
sensibles a lo que ven y escuchan, y ante todos son sinceros. Ellos siempre dicen lo que observan o sienten
sin pensar si lo están haciendo bien o mal; en una palabra son ingenuos. Así
deberíamos actuar también los mayores.
El Señor está tan preocupado por ellos que dice: “Pero si
alguien hace pecar a uno de estos pequeños que creen en mí, más le valdría que
le ataran al cuello una piedra de molino y lo arrojaran al mar” (Marcos 9:42). ¿Cuántos niños no han perdido su inocencia en
manos de pederastas? Ante Dios, terrible caer en sus manos: “más le valdría que
le ataran al cuello una piedra de molino y lo arrojaran al mar”. ¡Hasta dónde llega el celo del Señor por los
pequeñitos!
Meditemos y que nos sirva de ejemplo la lección dada por
Jesús para que siempre tengamos presente a nuestros niños y no los
menospreciemos por su corta edad. Además de esto, aprendamos a no dejarlos
solos o con personas que no sean de entera confianza. La responsabilidad de lo que
les pueda pasar también recae sobre nosotros. Cuidémoslos tan diligentemente
como nos lo enseñó el gran Maestro.
Amado Señor: Gracias por preocuparte tanto por los niños; definitivamente
de ellos es el reino de los cielos. Te clamamos Señor por ellos y te pedimos
que no permitas que el maligno siga poniendo su mano destructora sobre sus
vidas.
Un abrazo y bendiciones.
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