sábado, 16 de febrero de 2013

De la penuria a la gloria



De inmediato, el faraón se quitó el anillo oficial y se lo puso a José. Hizo que lo vistieran con ropas de lino fino, y que le pusieran un collar de oro en el cuello.  Después lo invitó a subirse al carro reservado para el segundo en autoridad, y ordenó que gritaran: «¡Abran paso!» Fue así como el faraón puso a José al frente de todo el territorio de Egipto. 
Génesis 41:42-43.


Lectura: Génesis 41:1-52.  Versículos del día: Génesis 41:42-43.

MEDITACIÓN DIARIA

Dios puede voltear una calamidad en una bendición.  Por algo dice en Romanos 8:28, que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayuda para bien. Pase lo que pase, el Señor dice: “Así que no temas, porque yo estoy contigo; no te angusties, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré y te ayudaré; te sostendré con mi diestra victoriosa” (Isaías 41:10).
Si somos obedientes a su Palabra, el Señor ha prometido ponernos en la cima y esto fue exactamente lo que le sucedió a José. Vendido por sus hermanos fue a parar a Egipto y Dios movió cada una de las fichas para que coronara con éxito esa desgracia. A pesar de encontrarse en un país desconocido, con personas completamente diferentes a él, hablando incluso otro lenguaje, su fe nunca se desmoronó; al contrario, se mantuvo fiel e íntegro ante su Dios y Él se encargó de restituirlo y aumentarlo en honor y grandeza.
Así como actuó con José, también puede hacerlo con nosotros. Venga lo que venga; viendo noticias de crímenes, asaltos, violaciones, guerras, epidemias, fenómenos naturales que inquietan, etc., etc., nuestra mirada debe de estar puesta en el Santo de Israel que es nuestro Redentor. Continuar acatando sus mandatos y dando buen testimonio de que somos sus hijos; de este modo, al final, nos encontraremos en la cima y muchos verán con ojos asombrados, de lo que es capaz nuestro Dios de hacer por sus fieles.

Amado Señor: Gracias porque permites que pasemos dificultades serias, para luego enaltecer tu Nombre y que todos sepan que lo hecho ha sido obra de tus manos asombrosas.

Un abrazo y bendiciones.

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