martes, 12 de febrero de 2013

Cediendo el paso



—Si alguno quiere ser el primero, que sea el último de todos y el servidor de todos. 
Marcos 9:35.


Lectura: Marcos 9:33-37.     Versículo del día: Marcos 9:35.

MEDITACIÓN DIARIA

Seguramente creemos que el reino de los cielos será igual que aquí en la tierra, donde nos desbordamos por ser los primeros, pero no para demostrar eficiencia y rectitud, sino para no dejar pasar al que sigue, queriendo arrebatarle lo que le pertenece o a lo que tiene derecho. Estamos muy equivocados: los últimos serán primeros.
Sí; infortunadamente la envidia en cualquier campo es la reina de la maldad y en vez de recoger, esparrama porque esa es su función primordial: no dejar avanzar, porque “primero yo, segundo yo y siempre yo”.  Estos casos se ven a menudo porque nos cuesta aprender a servir. Creemos que el colocarnos en un segundo plano nos va a desmeritar y el orgullo se tropieza.
Meditemos en las palabras dichas por el Señor Jesús a sus discípulos: si alguno quiere ser el primero, que sea el último y además de eso, que sea el servidor de todos. ¡Cuánto admiro a las personas que tienen el don del servicio! ¿Queremos llegar a la cumbre? Empecemos escalando poco a poco. Napoleón dijo: “A veces hay que retroceder dos pasos para avanzar uno”. Y en ese retroceso, creo yo, hay que dejar pasar a otros sin que nos afecte de ninguna manera; al contrario, darles la mano para que continúen su ascenso. Recordemos que lo que sembremos aquí, lo cosecharemos allá.

Señor, danos la humildad necesaria para entender lo que significa ceder el paso a los demás sin pensar que por ello seremos menos. Gracias porque para ti siempre somos  los mismos, y tu amor no varía.

Un abrazo y bendiciones.

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